Candidato de Esquerra Republicana de Catalunya por Tarragona
«Si el PSOE continúa por el camino del 155, no nos temblará el pulso»
El candidato de ERC por Tarragona, Jordi Salvador, cree «injusto» que no se reconozca el papel del partido en el proceso
Jordi Salvador (1964) saltó a la política el año 2015 al presentarse por primera vez como candidato de Esquerra Republicana por Tarragona en las elecciones generales. Salvador era conocido, antes, sin embargo, por su tarea sindical al frente de la Unió General de Treballadors (UGT) en las comarcas tarraconenses. Antropólogo y docente de profesión, nacido en Barcelona y vecino del barrio de Torreforta desde 1971, lideró algunas de las protestas sociales más importantes a raíz de la crisis económica en la ciudad.
—ERC parece que podría ser el partido más votado, con diferencia y según los sondeos, en Cataluña.
—Nos hace ilusión estar al frente. También es verdad que somos los campeones en las encuestas pero los perdedores en las urnas. De hecho no hemos ganado nunca unas elecciones generales desde la época republicana.
—¿Creéis que os puede afectar la candidatura del Front Republicà?
— Es más posible que afecte en Barcelona que aquí, yo pienso que aquí es un espacio que está muy bien cubierto. No hay nada que diga el Front Republicà que no digamos nosotros.
—¿Es más de izquierdas Esquerra o Podem? Antes de ser candidato de ERC tildaba Podem de «democracia cristiana».
—Y sigo pensando lo mismo. Es un partido que no bebe de la tradición clásica del marxismo. El día que sentí mucha tristeza fue el día en que los líderes hicieron un referéndum sobre si se compraban una casa, ya vi que fallaba alguna cosa. Hablar de socialdemocracia sería perder el norte. Más que Podemos diría que es Veremos. No tengo ninguna duda que Esquerra es más izquierdas que Podem.
—En la campaña de 2016 hablabais de independencia en 18 meses. ¿Qué tiene que pensar el elector?
—El elector tiene que pensar que fíjate si estamos comprometidos que hemos querido hacerlo rápido para cumplir con un mandato democrático. Es incluso injusto que alguien dude del compromiso de Esquerra. Fíjate si hemos sido coherentes que tenemos nuestros líderes en la prisión y en el exilio.
—¿Jordi Salvador estaría dispuesto a ir a la prisión?
—Sí. Sin dudas.
—¿Visto con perspectiva actual, fue acertado dar apoyo a la moción de censura y al cambio de gobierno?
—Evidentemente. Hemos demostrado que hemos tumbado tres gobiernos. Y si siguen por un camino del 155 o el PSOE de Borrell, si optan por otro tipo de vías que no son las democráticas, volverá a pasar lo mismo. Tumbaremos, no nos temblará el pulso. Y ya os avanzo que volverá a ser así, aquí no hay cheques en blanco, aquí hay oportunidades.
-ERC utiliza consignas de otros partidos, como el Tot anirà millor si Catalunya és ben forta a Madrid de CiU, o Si tu no vas, ells tornen, del PSC.
—Que es muy importante ser más fuertes en Madrid creo que no lo duda nadie. Nuestra idea de ser fuertes en Madrid no tiene absolutamente nada que ver con un partido de derechas. También el concepto de libertad que utiliza Vox o Ciutadans no es lo mismo que utilizamos nosotros. Y el lema del PSC es correcto, fue un buen lema en su momento. El problema es que el PSC también está con ellos. Que recuerdo que hasta el 2012 Iceta reclamaba un referéndum acordado con el Estado.
—Cuando se acabó la polémica mediática con Josep Borrell, ¿volvieron a hablar?
—No, lo que dice muy poca cosa de este personaje. Lo que viví aquellas semanas fue unBlack Mirror, no sé como definirlo. Puedo hacer crítica a los medios de comunicación, que algunos me vinieron a pedir perdón, y así me lo dijeron, porque la línea editorial era que dijeran que yo lo había escupido. Yo no escupí a nadie. También es muy triste que los dirigentes del Partit Socialista no hayan dicho nada. Pienso que no vale todo, o que no tendría que valer todo.
—¿Cuál creéis que ha sido el papel de los diputados tarraconenses de los partidos que han gobernado? ¿Han sido influyentes?
—Pienso que todo partido que no esté subordinado a otros partidos o a otros intereses, para la demarcación, mejor. Pero aunque tengamos 25. Hay 350 diputados, allí. Pondré un ejemplo: cuando estos diputados tenían que preguntar cosas de aquí, como las redes cerradas, tenían que pedir permiso. Nosotros, no. Sirven precisamente para decir que hace falta una ruptura y que hay que ir hacia un proceso constituyente de la República catalana para poder ser fraternal con todos los pueblos del Estado y con cualquier otro pueblo del mundo, pero de tú a tú.
—Durante la campaña siempre hay quien pide que se haga frente común por el territorio. ¿Durante estos tres años ha visto que eso fuera posible?
—No, porque no estamos viviendo una situación normal. No ha habido ningún tipo de relación con el Partit Socialista, el Partit Popular o Ciutadans.
—?Cuáles serán las prioridades políticas para esta legislatura?
—Nosotros siempre decimos que tenemos un objetivo de largo alcance que es la creación de la República, pero no nos olvidamos nunca del día a día de la gente. Nosotros no hemos utilizado, y se nos ha criticado, el «no en todo». Sinceramente, yo no puedo votar no a la sanidad universal. Tengo que utilizar otros mecanismos de presión y de fuerza, pero yo no puedo utilizar mecanismos que van en contra de mis hermanos de clase.
—Sin la tensión mediática y el foco que ha puesto sobre el Congreso, ¿hubieran aprobado los presupuestos?
—Estos presupuestos, de entrada, se han mitificado. Por ejemplo, tienen uno de los gastos militares mayores de los últimos años. ¿Hablamos de armamento, eh? Eran unos presupuestos trampa, no los querían aprobar, no ligaban ingresos con gastos, para empezar. Si tú tienes voluntad de negociar unos presupuestos hay una opción: continuar el diálogo. Y una última cosa: una cosa son los presupuestos y otra cosa es el grado de ejecución de estos presupuestos. El grado de ejecución en las comarcas de Tarragona es bajísimo.
—¿Hay algún punto que creéis que el gobierno de Madrid haya fallado en Tarragona?
—La única cosa que hemos conseguido es las redes cerradas y fue a cambio de dar apoyo a la transición energética. Las reivindicaciones territoriales de hace tres años e, incluso, de hace veinte años son las mismas. Porque si tú quieres un modelo productivo necesitas el coste de la energía más barato y que las mercancías salgan. Es un Estado que nosotros consideramos que está en quiebra.
—¿Qué le gusta más, ser diputado o dirigente sindical, como lo era hasta el 2015 con la UGT?
—Cogí el sindicato entre 2008 y 2015, había muchos parados, muchos ERE, fue un periodo complejo. Pero cuando entro en la política es otra historia, también. Pienso que mis discursos son los mismos que hubiera hecho estando de dirigente sindical. Coherencia absoluta, se tendría que marchar del cargo, no podría mirarme a la cara a mí mismo. Hace muchos años que me dedico a la causa.
—¿El Jordi Salvador dirigente sindical, hoy, saldría a protestar contra el Gobierno de la Generalitat?
—Sí. Yo entiendo que el trabajo de un sindicalista siempre es protestar. Lo que haría Jordi Salvador de más es que un dirigente sindical también tiene que luchar por los derechos civiles, por la democracia, por la libertad de expresión.