Cargos de ERC denuncian cargas «desproporcionadas» y «gratuitas» en Tarragona cuando la policía ya se había llevado las urnas
El diputado de ERC Jordi Salvador y la senadora republicana Laura Castel han declarado esta tarde en el Supremo
El diputado de ERC Jordi Salvador y la senadora republicana Laura Castel han denunciado este martes al Tribunal Supremo cargas «desproporcionadas» y «gratuitas» en Tarragona durante el 1-O cuando|cuándo la policía ya se había llevado las urnas del IES Tarragona. «Me pegaron sin tener capacidad de respuesta ni de protección ni de anticipación y en ningún momento estaba amenazando ni nada, estaba haciendo fotos», ha declarado Castel. Por su parte, Salvador ha asegurado que el ambiente era como «un World Disney» y que no vio «ningún acto de violencia» antes de que la policía hiciera «cargas desproporcionadas». Durante la tarde de este martes, varios votantes han explicado las actuaciones policiales que vieron en municipios como la escuela a Pau Claris de Barcelona, Sant Cebrià de Vallalta, Alcarràs o Fonollosa. El alcalde de Fonollosa ha asegurado que era «imposible» impedir el paso de los antidisturbios, porque «eran 20 vecinos para 80 antidisturbios».
Castel ha asegurado que «se sorprendió»porque, «a pesar de tener el material requisado»del IES Tarragona, los antidisturbios se quedaron en la plaza Imperial Tarraco, donde hicieron un cordón policial. «A partir de aquel momento, se sienten dos tiros»y «la policía empezó a pegar indiscriminadamente». De hecho, ha explicado que a un compañero de partido le abrieron «la cabeza»y que le siguieron pegando «por detrás»cuando iba hacia la ambulancia. «La violencia fue extrema y gratuita», ha asegurado, cuando «la gente estaba con los brazos abiertos, en actitud pacífica». A preguntas de la fiscalía ha dicho que conocía las resoluciones judiciales, pero que «la gente tenía muchas ganas de autodeterminarse».
Por su parte, el diputado republicano Jordi Salvador ha recordado que durante años había estado secretario general de la UGT en Tarragona y que ha vivido «muchas movilizaciones y huelgas generales», pero que «nunca»había vivido una actuación policial como la que se hizo en el IES Tarragona. De hecho, ha explicado que inicialmente iba acompañado de su hija de 12 años, pero que decidió que un familiar se la llevara viendo que «tenía mala pinta». «No la usé como escudo», ha afirmado.
Salvador ha explicado que se intentó identificar como diputado, pero que fue «apartado»y recibió «golpes». Posteriormente, los retiraron hasta la plaza Imperial Tarraco. «Ya llevaban las urnas, había indignación y tensión, el ambiente no era festivo, pero en ningún momento vi ni gente pegando, ni con palos ni cócteles molotov, no se rompió el cordón, en ningún momento vi ningún acto de violencia», ha asegurado, era «yo que he estado en muchas manifestaciones y desórdenes públicos provocados por huelgas, aquello un World Disney».
Por eso, ha calificado de «carga muy desproporcionada»la que se hizo y ha remarcado que «ya tenían las urnas». «Nunca había visto nada igual, una cosa muy fuerte», ha insistido, «no vi pegar a ningún policía».
Instituto Pau Claris: «golpes desproporcionados y gratuitos»
Uno otra testigo, Jordina Carbó, estaba presente en el Instituto Pau Claris de Barcelona y formó parte de las mesas. Carbó ha relatado que la policía dio «golpes muy fuertes»para entrar. «En aquel primer momento se sentían muchos gritos que provenían de la escalera, estaba muy asustada», ha dicho. Carbó ha explicado que «un agente cogió por el cuello de la camiseta a un chico y lo tiró al suelo»o que echaron a otro que se interpuso entre un agente y una mujer embarazada. Carbó ha añadido que los policías daban «golpes con mazas a mesas y sillas, rompiendo material», a pesar de que «no todos los agentes se comportaron igual». «Los que llevaban cascos y mazas dieron golpes desproporcionados, gratuitos e inexplicables», ha remachado.
Otro testigo, Jordi Torrent, ha explicado que la Guardia Civil fue dos veces a la Escuela Pi Gros de Sant Cebrià de Vallalta (Maresme). La primera vez eran pocos policías y se retiraron, a pesar de que «pegaron»a los concentrados, pero en la segunda llegaron unos 200. En aquel momento, los concentrados «se pusieron todos allí para preservar poder votar», gritando consignas como 'Somos gente pacífica, queremos votar'. «Empezaron a pegar a la gente, echarlos al suelo, también a un señor grande», ha dicho, «nadie agredió a ningún policía».
Fonollosa: «entraron al ayuntamiento a pesar de saber que no estaba la urna»
También ha declarado el alcalde de Fonollosa, Eloi Hernández, que estuvo imputado por desobediencia en una causa que se archivó. Hernández, que ha recordado que Fonollosa es un municipio de 2.400 habitantes, ha asegurado a la fiscalía que «en ningún caso»los vecinos impedían el acceso al centro. «Eran 20 vecinos para 80 antidisturbios», ha asegurado.
El alcalde ha denunciado que la Guardia Civil decidió entrar al ayuntamiento a pesar de que «sabían»que la urna no estaba allí dentro, sino «detrás de la iglesia». Hernández ha dicho que lo sabe porqué aquel día «hubo agentes de incógnito en el pueblo»que habían visto que «escondían»la urna allí.
Un abogado recibe «golpes»en Lleida
Otro testigo, el abogado Ramon Antoni Forteza, ha explicado que recibió «golpes»varias veces por parte de la policía cuando intentó asistir el derecho de personas de «personas que estaban detenidos adentro»del centro de votación que había en la sede del Departament de Afers Socials en Lleida. Forteza ha recibió «palos»también cuando se acreditó y también cuando fue a ayudar una mujer que estaba en el suelo y a la que los agentes «sacaban de la puerta dándole puntapiés».
Preguntado por la fiscalía si conocía la interlocutoria del TSJC, ha dicho que solo había leído la parte dispositiva pero que a la motivación se pedía mantener la paz social. «La actuación que vi de la policía allá no era en nada mantener la paz social», ha criticado.
Jordina Freixanet ha declarado por su presencia en un centro de votación de Alcarràs, donde ha dicho que, a su llegada, los agentes no intercambiaron «ninguna palabra». Preguntada por la fiscalía sobre si sabe que hubo policías lisiados, ha respondido que ella conoce «amigos lisiados».