La reforma integral del antiguo edificio del Port ya afecta a los espacios exteriores

Las obras de reforma integral que se hacen en la antigua sede de la Autoridad Portuaria avanzan según el calendario previsto. En los últimos días se ha procedido a la instalación de una valla perimetral y, de manera inminente, se procederá al desmontaje de los módulos prefabricados que en su momento albergaron un restaurante y oficinas del Port. Además, también se procederá a ejecutar demoliciones en el interior de la primera planta del edificio. Las obras de reforma se iniciaron el pasado mes de abril, con trabajos previos a la operación de desmontaje de las instalaciones existentes.

Después de unos años cerrado y los interrogantes planteados en torno al edificio, a causa del estado de la estructura que presentaba, en parte afectada por la proximidad al mar, el pasado mes de febrero la Autoridad Portuaria adjudicó las obras de rehabilitación del inmueble a la UTE formada por las empresas COMSA, SAU y Gestión Ingeniería y Construcción de la Costa Dorada (GICSA), miedo valor de 4,7 millones de euros, sin iva. Las obras, que empezaron el abril pasado, tienen un calendario de ejecución de 18 meses.

El antiguo edificio requerreix una rehabilitación integral para adecuarlo a las nuevas normativas constructivas, de eficiencia energética, habitabilidad, comunicaciones y seguridad. Incluso, antes de tomar la decisión de recuperarlo, se planteó la posibilidad de tirarlo al suelo. Posteriormente, esta idea fue desestimada por la Autoridad Portuaria, que decidió dar una segunda vida en el inmueble.

El edificio hoy en obras fue cerrado en junio del 2010, cuando el Puerto procedió a trasladar las oficinas a otro edificio ubicado justamente al lado. Desde 2013, la Autoridad Portuaria empezó a trabajar para darle nuevos usos y recuperar el antiguo edificio para integrarlo al skyline de Tarragona.

La intervención que está en marcha comprende una rehabilitación integral del edificio que, con 4.828 metros cuadrados construidos, se destinará a uso administrativo, de servicios portuarios y de seguridad vinculada al ámbito marítimo. En los últimos años se ha trabajado en el proyecto ejecutivo, aprobado definitivamente en el 2018 con la adjudicación presupuestaria correspondiente. Después de estudiar diferentes opciones y posibles usos del edificio, se decidió optar por un modelo mixto de uso administrativo y de servicios portuarios. De esta manera, los servicios de Port Control, hoy día ubicados en el Moll de Catalunya, se trasladarán a la última planta del edificio, en la planta quinta, donde también se ubicarán los servicios técnicos y administrativos de Salvamento Marítimo, el área de señales marítimas del APT y el área administrativa de la Corporación de Prácticos. También habrá salas operativas para Capitanía Marítima y para la Dirección de Operaciones Portuarias así como una sala de crisis.

Con respecto al resto de plantas, se prevé acoger oficinas por terceras empresas que estén interesadas en esta ubicación, en dos plantas, y al mismo tiempo está previsto destinar dos plantas más para uso de la misma Autoridad Portuaria.

Con respecto a la planta baja, que empezará a ser desmontada en los próximos días, permitirá abrir el edificio a la ciudadanía con servicios de carácter público como un salón de actos y un centro de interpretación del Puerto, que dará a conocer a la sociedad la historia y evolución de la infraestructura portuaria en la ciudad de Tarragona.