Vox: más ayudas para los «españoles» y desahucios «ágiles» contra los ocupas
Isabel Lázaro apuesta por una unidad nocturna de policía en la Parte Alta
Después de recibir 4.388 votos en Tarragona en las pasadas elecciones generales del 28-A y convertirse en la séptima bastante política de la ciudad –por detrás del PP que consiguió 400 votos más– Vox apuesta, ahora, por obtener representación en el Ayuntamiento. El partido de extrema derecha presentó ayer en la Antigua Audiencia a los candidatos a los próximos comicios municipales del 26 de mayo en las cuatro ciudades del Camp de Tarragona donde se presentan: Tarragona, Reus, Salou y el Vendrell.
Isabel Lázaro, presidenta del partido en la provincia y candidata a la alcaldía de Tarragona, prometió que, en caso de salir elegida, trabajará para priorizar las ayudas sociales y familiares para los «nacionales» y «españoles». Con respecto a los «inmigrantes legales», estos «tendrán derechos, pero no prioridad que será para los españoles», manifestó la candidata, graduada en Relaciones Laborales. Minutos antes, Josefa Aguirre, presentadora del acto, calentaba el auditorio animando en los diferentes equipos de campaña y a la veintena de personas del público que se acercaron a la plaza del Pallol a escuchar las propuestas de Vox. «Hoy, ser de Vox es una putada, van a por nosotros. Pido paz, unión y darlo todo por la patria, que es lo único que tenemos,» afirmó.
Antes de leer los 10 puntos principales del programa, Lázaro expuso que Vox plantea para Tarragona una «ciudad moderna con los mejores servicios» que respete la Constitución, la ley y la igualdad de derechos. El partido de extrema derecha está decidido a combatir las ocupaciones ilegales y propone «agilizar» los desahucios mediante la creación de una oficina específica con asesoramiento jurídico.
La seguridad ocupa también un puesto destacado en sus propuestas. Lázaro apuesta para crear una unidad nocturna de siete agentes de la Guardia Urbana a que tendrán el objetivo de combatir el «incivismo» que, según ella, hay en la Parte Alta. La candidata cuestionó el contrato municipal de limpieza de la ciudad que, según dijo, cuesta 23 millones de euros anuales. Lázaro pretende hacer un «seguimiento» y «fiscalizar» este servicio.
Vox también apuntó la necesidad de «promover» el uso del castellano en el Ayuntamiento y promete rebajar el IBI al mínimo permitido por la ley. «Tenemos el cuarto IBI más caro de España», señalaba la candidata.
En Reus, donde según su candidato Jordi Ferré «no es fácil ser de Vox», el partido se presenta para «luchar contra el separatismo». Ferré, graduado en Relaciones Laborales, criticó los «escarnios» por grupos de independentistas contra el chiringuito del partido durante la Diada de Sant Jordi. En la capital del Baix Camp, Vox avanzó al PP con el 5,62% de los votos. Entre sus propuestas, Ferré plantea cerrar a las Sociedades Anónimas Municipales (SAM), que sirve, dice, para «crear estructuras paralelas al Ayuntamiento».
El candidato del Vendrell, Jordi Fernández, presentó un municipio inseguro que necesita mejorar las condiciones de su centenar de agentes de policía e instalar cámaras de seguridad en las «zonas conflictivas». Fernández pidió a más Mossos d'Esquadra y aseguró que luchará contra el top manta y la inmigración ilegal.
Anabel Rodríguez, candidata de Salou, lamentó que «no siempre se cuida el tejido empresarial» dedicado al turismo. Rodríguez, diplomada en Relaciones Laborales, dejó claro que Vox «no permitirá manifestaciones como las del agosto pasado durante una marcha de la República y donde se insultó a los turistas». Rodríguez también promete recuperar la feria de Salou y aprovechar los 14 kilómetros de mar del municipio con actividades marítimas que promuevan la cultura de deporte en el mar.
Entre los simpatizantes, había antiguos votantes de PP, Ciudadanos y del PSOE, como el caso de Silvestre Torres y Valentina Díaz, un matrimonio de jubilados que votaron al expresidente Felipe González. «El PP y el PSOE han permitido que los independentistas hagan lo que quieran», lamentaba Torres. Para Luis Lasala, de 62 años, Vox es una opción clara contra la corrupción y el «amiguismo». «No tengo ningún inconveniente en que alguien pida la independencia, pero que lo haga respetando la ley», añadía.