Los candidatos de Tarragona debaten más del pasado que de las propuestas de futuro para la ciudad
Los seis cabezas de lista con representación en el Ayuntamiento exponen sus argumentos para ser votados en el debate organizado por Diari Més y TAC12
Seis candidatos que compiten para dirigir los destinos de la ciudad de Tarragona los cuatro próximos años participaron ayer en el debate organizado por Diari Més y TAC12, dirigido por el periodista Xavier Abelló. Siete formaciones fueron invitadas a participar, pero finalmente la candidata d'En Comú Podem, Carla Aguilar, «excusó la asistencia por razones de fuerza mayor», informó Abelló en la rueda de presentación de los cabezas de lista. Poco después, Aguilar anunció, mediante su Facebook que, como consecuencia de la muerte de su perro, «no podré asistir a los actos previstos, no tengo fuerzas».
Los seis candidatos que participaron en el debate fueron Josep Fèlix Ballesteros (PSC), Pau Ricomà (ERC), José Luís Martín (PP), Rubén Viñuales (Ciudadanos), Dídac Nadal (Junts x Tarragona) y Laia Estrada (CUP), que dispusieron de un minuto inicial por exponer las líneas maestras de sus programas electorales. En el debate se habló más de lo que se ha hecho y de lo que no se ha hecho, que de aquello que se tiene que hacer en el próximo mandato.
La primera a intervenir fue Laia Estrada –cazadora tejana y lazo amarillo–, quien defendió que «hay que coser» los barrios, «cosa que no se ha hecho en medio siglo porque» no ha «interesado». Dídac Nadal –camisa blanca– apostó por «revertir los espacios públicos, la conexión de los barrios con el centro y pedir la provisionalidad del tercer hilo». Por su parte, José Luís Martín –americana y sin corbata– destacó que «hay que transformar» la ciudad, uniendo los barrios con el centro y crear la Rambla de Mar para enlazar la Rambla Vella con el Serrallo». El cuarto a intervenir fue Pau Ricomà –americana sin corbata y lazo amarillo–, quien dijo que «Tarragona ha crecido de forma desordenada por intereses privados, tenemos que dar vida a los barrios y ampliar la Anilla Verde». Rubén Viñuales –americana y sin corbata– propuso «hacer un plan de choque para los barrios, revisar el plan de movilidad y crear vivienda social». Cerró la primera ronda Josep Fèlix Ballesteros –americana y corbata roja– quien comentó que «el POUM aprobado por el Ayuntamiento preserva la Anilla Verde, con el gobierno de Pedro Sánchez hemos recepcionado carreteras para mejorar y nuestra apuesta es para que el tren se quede en Tarragona».
El estado de la cuestión
El conductor, Xavier Abelló, dio paso a los candidatos para iniciar el primero de los dos bloques en que se dividió el debate, recordando a los cabezas de lista que se podían interpelar. En el primer tramo, los candidatos intervinieron sin muchas contrarréplicas entre unos y otros. Lo abrió Laia Estrada, quien se refirió a la acción de gobierno del alcalde Josep Fèlix Ballesteros. «Es grave el estado de degradación de Tarragona», dijo, e hizo un clamor por «el estado ruinoso de edificios que se han dejado caer por la desidia que ha acompañado los mandatos recientes, por una política pensada para los intereses de pocos.»
La primera réplica llegó por parte del candidato del PP, José Luís Martín, quien también aprovechó para exponer líneas maestras de su programa. «Queremos una ciudad amable, abierta al mar, y mejorar la gestión del turismo». Martín apuntó que «llevamos y llevaremos deporte a Tarragona, lo cual supondrá en la ciudad unos ingresos de 3 millones de euros».
El alcaldable de Juntos x Tarragona, Dídac Nadal, se mostró muy crítico con la acción del gobierno de PSC y PP. «Falta mantenimiento de los espacios públicos –en clara alusión a Martín, responsable de esta área–, más marquesinas en las paradas de autobús y soterrar el cableado aéreo en barrios como la Part Baixa». «El modelo de Ballesteros es decir cosas y no hacerlas», dijo, para añadir que estaba en contra «de implantar una gran superficie» en el PP-10, conocido popularmente como Plan Parcial de Ikea,«porque ahogará nuestro comercio local».
Ballesteros tomó la palabra para decir que «hemos generado un urbanismo que nos ha permitido, junto con el Puerto, tener el nuevo paseo marítimo, trabajamos para que la T-11 sea una avenida urbana y, con respecto al futuro del ferrocarril, «el tren tiene que ser una de nuestras grandes apuestas». Curiosamente, en el debate no se habló de la gratuidad del servicio de la EMT, la propuesta estrella de Ballesteros esta campaña.
Por su parte, el candidato de Ciudadanos, Rubén Viñuales, dijo que «los barrios tienen problemas de seguridad y limpieza y, por lo que oímos, parece que Ballesteros se presente por primera vez cuándo lleva doce años como alcalde». Pau Ricomà, candidato que aspira a ganar las elecciones del 26 de mayo, se mostró contundente cuándo dijo que «tenemos que hablar de urbanismo de verdad, porque se hace de cómo estaba antes de la crisis, de los tiempos de la burbuja inmobiliaria, y lo que se tiene que hacer es crecer en vivienda en los barrios para coser la ciudad y que esta no se vacíe». Ricomà puso como ejemplo «la calle Comte de Rius, donde hay doce comercios cerrados».
El alcaldable del PSC también recibió de Estrada. La cupaire recordó que «la playa Larga fue salvada para|por la gente, con sus protestas y no por Ballesteros, y lo que se tiene que hacer es coser la ciudad, pienso que todos estamos de acuerdo, y garantizar que la gente pueda acceder en la vivienda con alquileres asequibles de pisos vacíos». Ballesteros replicó diciendo que «hace diez años había miles de tarraconenses que vieron que podían perder sus viviendas, como los de las Casas Baratas, y conseguimos que no fuera así». También dijo, dirigiéndose a Estrada que, fruto de su gestión al frente del Ayuntamiento, el urbanismo ha mejorado. «Pregunte a los vecinos de Campclar si la Rambla religa o no los barrios, o si en la Part Alta les ha ido bien hacer calles para peatones, o si están contentos los de la Part Baixa con las escaleras mecánicas». Nadal saltó a la yugular y dijo «sí, pregunte qué piensan del funcionamiento de las escaleras». «El agotamiento que tiene la ciudad no es razonable. Nada está bien y lo cambiaremos», añadió. Por su parte, Ricomà dijo que «la ciudad de la cual habla Ballesteros sólo la ve él» y apuntó que «Tarragona es una de las ciudades más inseguras».
Polémica por los equipamientos
Equipamientos como el Banco de España, Jaume I, la Tabacalera o la Ciudad de Reposo y Vacaciones –la antigua Ciudad Residencial– cobraron un protagonismo especial en el segundo bloque| en que se dividió el debate. Estrada no dudó a decir que «la lista de grandes escombros que denuncia la CUP es cada vez mayor y, también, hay déficits en equipamientos como bibliotecas y jardines de infancia, mientras que tenemos un pabellón de deportes que no sabemos qué hacer con él». Nadal también se refirió a equipamientos inactivos como «Ca l'Agapito o Ca l'Ardiaca» y propuso «crear comisiones de expertos para tomar decisiones sobre los equipamientos culturales», además de recordar que «los Juegos Mediterráneos fueron una catástrofe».
José Luís Martín aseguró que los edificios se utilizan y abrió la puerta a las críticas dirigidas a la Generalitat en materia de inversiones en equipamientos. Por su parte, Ricomà dijo que «los problemas en equipamientos son enormes, se anunció un auditorio que no se ha hecho. y no puede ser que los centros cívicos cierren a las 8 de la tarde». Viñuales intervino para afirmar que «se tendría que priorizar acabar con los barracones y hacer más plazas de residencia para la Tercera Edad, y la Tabacalera es un farol de Ballesteros». «Se tendría que hacer una gran biblioteca en el Jaime I y reabrir la Residencial». Ballesteros recordó que «el Jaime I es un agujero de la vergüenza que está en la Justicia, la Chartreuse se caía e hicimos la Escuela de Idiomas y el estado de la Residencial o que no se haga la Ciudad de la Justicia es porque no se ha hecho nada», en clara referencia a las inversiones dependientes de la Generalitat. Ballesteros recordó a Nadal que la situación del Jaime I «viene de su padre», de cuándo Joan Miquel Nadal era alcalde de Tarragona, mientras que el candidato de Junts x Tarragona comentó que «hay muchas propuestas de la gente, pero Usted no ha hecho nada». «Qué pena», replicó Ballesteros.
En el contexto de las críticas dirigidas a la Generalitat, Ricomà afirmó que la administración catalana «ofrecía tres millones de euros para arreglar Ca l'Agapito y Ustedes –el PSC– no quisieron hacer nada». Y Estrada lamentó que la Generalitat destinara «18,7 millones de euros a un pabellón –el de la Anilla Mediterránea– que no funciona». De Jaume I, la candidata cupaire indicó que «es un bulto de la época del anterior alcalde, pero Ballesteros estaba en el consejo de administración que aprobó hacerlo».
Viñuales criticó «los incumplimientos de la Generalitat» y apuntó que, con el fin de solucionar situaciones problemáticas como la que plantea Jaume I, «si todos tenemos una idea que nos guste, lo tendríamos que sacar adelante».
En su intervención, Nadal, dirigiéndose a Ballesteros, lamentó que «Usted hace tiempo que no hace nada y no se dirige a la Generalitat para hablar de temas como la Residencial». Ballesteros lo cortó para decir que «sí que hablamos, y hace cuatro meses hablé del tema del Tòful de Mar y del Iot –instalaciones vinculaste a la Residencial– con el delegado del Gobierno». «La Generalitat tiene que hacer un plan especial para la Residencial, una zona cerrada y que se deteriora». En su turno de palabra, Martín dijo que «la Generalitat no hace nada en Tarragona» y la acusó de no hacer inversiones en Tarragona.
Mensajes en el minuto final
El debate se cerró con un minuto final destinado en qué los candidatos para que dirigieran su mensaje a los electores. Empezó Estrada, quien dijo que «la CUP hace años que trabaja para mejorar el bienestar de la ciudad y queremos ser la alternativa, dando protagonismo a la gente.» Navidad indicó que «mi generación está insatisfecha con la realidad de la ciudad y quiere una Tarragona nueva». A su vez, Martín propuso «bajar el IBI un 25 por ciento en cuatro años y quieren seguir gobernando para que Tarragona siguea siendo la única capital de provincia donde se mantenga el constitucionalismo». Ricomà cerró su intervención diciendo que «Tarragona tiene que ser la ciudad del cambio de verdad y ha llegado el momento de este cambio para que sea una ciudad republicana».
Viñuales dijo que «Tarragona puede ser más moderna, más comercial, más verde y más sostenible, y si lo piensan, tienen que votar Ciudadanos». Cerró Ballesteros, comentando que «el 26 de mayo se tiene que decidir si se quiere una ciudad moderna o que la CUP, Junts x Tarragona, en Comú Podem y ERC pongan la estelada en el balcón del Ayuntamiento».