Vecinos de Parcel·les Iborra alegarán contra el proyecto de urbanización

Cerca de quince de las familias que residen en las Parcelas Iborra –una tercera parte, aproximadamente– presentarán alegaciones contra el proyecto de urbanización de la zona que, actualmente, está a exposición pública. Jordi Turmo, en representación de este sector de vecinos propietarios de las parcelas consideradas más pequeñas, mantuvo ayer una reunión con los afectados en la Ermita de la Salud para acabar de detallar el contenido de las alegaciones que formalizarán ante el Ayuntamiento. «Somos partidarios de la urbanización, pero no aceptamos el reparto de los costes económicos, ya que perjudica a los propietarios de las parcelas pequeñas y se beneficia en los que tienen las mayores», dijo. «Queremos que el reparto sea justo, equitativo», recalcó.

Turmo argumentó que «los propietarios de parcelas de unos 400 metros cuadrados tendrán que pagar por término medio 30.000 euros por la urbanización, mientras que en los de las mayores les saldrá entre 300.000 y 400.000 euros, con la gran diferencia que podrán hacer negocio, ya que podrán construir hasta 24 viviendas.» «Está aquí donde existe una desproporción con la cual no estamos de acuerdo, además de otros aspectos».

Según Turmo, el presupuesto de la urbanización «asciende a 3,1 millones de euros y, de estos, hay 400.000 que los tendría que asumir el Ayuntamiento, Endesa y Gas Natural, pero en el proyecto se dice que lo tendremos que pagar nosotros». Puso como ejemplo que «se quiere poner una canalización de agua de la cual se beneficiará el Nàstic pero que tendremos que pagar nosotros».

El pasado 5 de mayo el concejal de Territori de l'Ajuntament de Tarragona, Josep Maria Milà, informó en esta redacción de que el proyecto de urbanización podría empezar «en medio año». Milà también dijo que el presupuesto se ha reducido en casi dos millones de euros.

«No nos sentimos representados»

Ante un grupo de unas quince personas, Turmo aseguró que tanto la Junta de Cooperación como la asociación de vecinos «están controladas por los parcelistas más grandes y nunca se reúnen con nosotros«. Además, «son los que nos han representado ante el Ayuntamiento, a pesar de las diferencias de criterio que tenemos, por lo cual pensamos que no nos representan».

Turmo matizó diciendo que «no estamos en contra que ellos puedan construir, sino que la distribución del pago de la urbanización tiene que ser más proporcional y tiene que ser en función de los beneficios posteriores que pueda obtener cada uno de los parcelistas, en caso de que puedan construir viviendas». En este contexto, el portavoz de este sector de propietarios explicó que «algunas de las parcelas pequeñas perderán muchos metros cuadrados, ya que se tendrán que hacer calles, en dos de ellas los sacan mucho terreno, mientras que hay algunas que crecerán y, en estos casos, los propietarios están vinculados a la Junta de Cooperación».

Turmo remarcó que existe una calificación diferente de las parcelas que pertenecen a lo mismo plano urbanístico. Los pequeños propietarios se califican con la etiqueta 17 A1, mientras que los grandes lo hacen con el 17 B12. «Eso da a los propietarios con las parcelas mayores una posibilidad de construir diferente, que supone un agravio comparativo en relación al hecho de que tenemos parcelas más pequeñas». «La posibilidad de hacer inversiones es muy diferente», subrayó Turmo.

Críticos con Ballesteros

El portavoz de los vecinos se mostró especialmente crítico con Josep Fèlix Ballesteros. «Hablar con el alcalde es tan difícil como hacerlo con el Papa», afirmó. «Lo hemos pedido de todas las maneras posibles y muchas veces, pero no ha habido manera de reunirnos con él», dijo. Turmo lamentó, por otra parte, que «nos hemos enterado de que el proyecto de urbanización está a información pública porque hemos consultado el DOGC, ya que nadie en el Ayuntamiento nos ha informado directamente.»