Fernández: «Gracias Martín por conseguir que la ciudad sea de todos»
José Luis Martín reivindica, en el acto central del PP, que Tarragona se convierta en una ciudad «de servicios» y deje de ser una urbe «industrial»
La sonrisa de oreja a oreja desde el escenario indicaba que Alejandro Fernández volvía a casa. Entusiasmado y con más energía que José Luis Martín, el candidato municipal vino a darle apoyo. El presidente del PP catalán tiró, desde el Serrallo, un mensaje de optimismo a sus simpatizantes después de la derrota popular el pasado 28-A, donde los conservadores sólo consiguieron un diputado en toda Cataluña.
«Cuando a España le ha ido bien, al PP le ha ido bien. Volveremos y estaremos a la altura del momento», vaticinó Fernández. Desde el escenario del Teatret del Serrallo, el portavoz de los populares en el Parlament pronosticaba ayer que este escenario se dará cuando «coincida la crisis territorial» con la nueva crisis económica que, según decía ayer, está a la esquina.
Fernández agradeció el trabajo de Martín estos cuatro años desde el gobierno de la ciudad como socio de gobierno del socialista Josep Fèlix Ballesteros. «Soy la persona, junto con Margaret Thatcher, menos socialista que hay», bromeaba entre el centenar de personas que ayer se acercaron al acto central del PP tarraconense. Fernández agradeció el pacto de Martín con el PSC en la ciudad y lo felicitó por conseguir que Tarragona «siga siendo de todos, libre de lazos amarillos que dicen que España no es democrática y que somos unos carceleros».
Minutos antes, el candidato a la alcaldía concluía su discurso tirando un claro mensaje: «Somos la única garantía para que Tarragona sea la única capital constitucionalista de Cataluña», afirmó. Martín prometió una «revolución» en el ámbito de la limpieza del Espacio Público de la que ha sido concejal los últimos cuatro años. «Necesitamos un nuevo contrato de basura que se adapte a las necesidades reales», señaló. El candidato prometió rebajar el IBI un 25% y apostó por una ciudad «viva» y «turística» y abierta los 365 días del año para atraer más inversiones. «Tenemos que dejar de ser una ciudad industrial para ser una ciudad de servicios», proponía.
Fernández se mostró especialmente «orgulloso de mi ciudad», explicó que se niega a vivir en Barcelona y reprochó a los «separatistas» que cuando llegan a lugares de responsabilidad abandonan la ciudad y la critican.
El líder popular dedicó gran parte de su discurso a analizar la actualidad política catalana. Después de reconocer que la «mayoría social» catalana había votado proyectos como los del PSC y ERC, «que creen que las cosas se pueden arreglar dialogando», acusó a los independentistas de exigir siempre alguna «ilegalidad» como primer paso para sentarse a hablar. «Iceta ha comprobado que no quieren diálogo, le exigieron liberar a los presos como condición para ser senador», afirmó. El líder del PP cargó contra los líderes del proceso encarcelados por querer «trasladar el show del Parlament al Congreso», en una alusión a la toma de posesión de los exconsellers en el Congreso, autorizada por el Tribunal Supremo. Fernández alabó al candidato analizando, según él, lo que lo diferencia con el actual alcalde del PSC: «Ballesteros promete mucho y hace poco, y Martín promete poco y hace mucho», finalizó.