Acuerdo político entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Tarragona por la cesión del Palau d'Esports
Las dos administraciones no especifican los detalles de un pacto que ya se firmó el octubre pasado
El Ayuntamiento de Tarragona anunció ayer un «acuerdo total político e institucional» para la gestión del Palau d'Esports de l'Anella Mediterrània entre el consistorio y la Generalitat, después de una reunión entre el alcalde en funciones, Josep Fèlix Ballesteros y el secretario general de Esports de la Generalitat de Catalunya, Gerard Figueras. «Sólo quedan unos detalles técnicos y jurídicos por concretar, pero que estamos convencidos de que se llegará a un acuerdo total una vez superados estos detalles», explicó Ballesteros. Hace meses que las dos administraciones tienen pendiente cerrar esta cesión. El equipamiento se construyó con motivo de los Juegos Mediterráneos y será gestionado por el Patronat d'Esports. PSC y PP defienden la construcción del recinto mientras que la oposición reprocha al gobierno en funciones la falta de proyecto.
El Palau d'Esports, ubicado en la Anella Mediterrània, cuenta con una capacidad máxima de 5.000 espectadores y se inauguró el pasado mes de junio.
Tanto Generalitat como Ayuntamiento no pueden concretar un calendario sobre la cesión de este equipamiento. Recientemente, en una entrevista a este diario, Ballesteros quitaba importancia al hecho de que la cesión se alargue en el tiempo. «Cada vez que necesitamos el pabellón, la Generalitat nos lo cede», aseguraba. El pasado octubre de 2018, las dos administraciones ya firmaron un acuerdo para la cesión del Palau. La concejala de Deportes, Elisa Vedrina, se felicitaba afirmando que el recinto estará a disposición del deporte de base y amateur. Siete meses, sin embargo, la cesión todavía no se ha concretado.
Han pasado diez meses desde la finalización de los Juegos del Mediterráneo de Tarragona 2018 y la ciudad todavía no tiene claro qué tiene que hacer de la gran obra de la cita: la Anella Mediterrània. Es un espacio de 28 hectáreas entre los barrios de Camp Clar y Bonavista que fue el epicentro de la actividad deportiva durante los Juegos. Se reformaron equipamientos como el estadio de atletismo; y se levantaron nuevos, como el Palau d'Esports.