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El Gremi d'Artesans Pastissers lamenta el cierre de la histórica Sanromá
El propietario informa que ha decidido bajar la persiana, en un comentario en su Facebook
La histórica pastelería Sanromá, ubicada en el chaflán existente entre las calles Rovira i Virgili y López Peláez, ha cerrado sus puertas al público después de cuarenta años de actividad en este lugar. En un comunicado emitido mediante su cuenta de Facebook, la propiedad anuncia que «la Pastisseria Sanromá llegó a su fin. Sintiéndolo mucho, nos ha sido imposible mantener el negocio familiar que tan felices os ha hecho a muchos de vosotros y a nosotros mismos». En el texto, sigue diciendo que «a los que nos habéis dado vuestro afecto y comprensión, os lo agradeceremos eternamente». En otro apartado, se añade que «las personas que nos conocéis sabéis por lo que hemos pasado, y conocéis nuestra historia personal. Os damos las gracias por vuestro apoyo, vuestros ánimos, el afecto que siempre nos habéis dado y, sobre todo, la confianza depositada en nosotros en el ámbito profesional». «No os decimos adiós sino que hasta ahora, porque sabemos que a algunos de vosotros os volveremos a encontrar», concluye la nota del propietario.
La Pastisseria Sanromá es miembro del Gremi d'Artesans Pastissers de les Comarques de Tarragona. Su presidente Josep González, lamentó ayer el cierre y dijo que «es un golpe para nosotros, porque llevaba muchos años abierta». González, propietario de la Pastisseria Conde, recordó que «mi padre, cuando era joven, trabajó con el señor Sanromá».
Con el cierre de la Sanromá, sólo cinco de las pastelerías consideradas tradicionales de la ciudad de Tarragona están representadas por el gremio. Además de la Conde, son miembros Rabasó, Palau, Trill y Montserrat, esta última localizada en Sant Pere i Sant Pau. Josep González manifestó a esta redacción que «hoy día prolifera una pastelería que considero tóxica, que hace daño al cuerpo y no cuida la alimentación, y cierran aquellas que, como se dice, son de toda la vida, las tradicionales que hacemos pasteles de calidad y artesanales».
González considera que la administración tendría que velar por la apertura de nuevos establecimientos artesanales, alejados de la pastelería industrial. «Necesitamos su apoyo para que los profesionales de la pastelería tengan estudios específicos y experiencia, y estén agremiados para poder adaptarse a las novedades que pueda haber». Es por eso que el Gremi trabaja en la creación de una Escuela Oficial de Pastisseria, «que podría ser una realidad el próximo mes de septiembre, aunque para conseguirlo necesitamos un buen espacio». El próximo domingo «trasladaré esta propuesta al presidente Quim Torra, con el que coincidiré en una cena organizada por el Gremi de Pastissers de Barcelona», dijo.