La última propuesta de 'Històries Amagades' pone en valor a Julio Antonio

La muerte del escultor de Móra d'Ebre Julio Antonio a la edad de treinta años, en 1919, a causa de una tuberculosis, frenó de repente la brillante trayectoria de unos de los artistas más reconocidos que han dado las comarcas de Tarragona. Ayer, domingo, el último capítulo del ciclo Històries Amagades que organiza el Ayuntamiento tuvo como protagonista, precisamente, Julio Antonio, autor entre otras piezas delMonument als Herois de la Rambla Nova, un conjunto escultórico que, en su momento, estuvo rodeado por la polémica generada por la Tarragona más conservadora.

El Museo de Art Modern de la Diputació, donde se muestra una importante parte de la colección de Julio Antonio, fue escenario de la charla que ofreció Marisa Suàrez, jefa del Proyecto de Difusión de este centro museístico. En el transcurso del acto se pudieron ver fotografías de Julio Antonio con su familia, departiendo con personajes como su amigo el doctor Gregorio Marañón o en su taller rodeado de esculturas y esbozos del Monument als Herois.

Julio Antonio murió en 1919 y no fue hasta 1922 que el Monument als Herois fue inaugurado en Madrid. En 1931 fue colocado en el lugar donde se encuentra actualmente, explicó Suàrez, quien también dijo que Julio Antonio diseñó un gran pedestal, que incluso se levantó a la Rambla Nova en 1911 y fue inaugurado, pero los años pasaron sin que se pusiera el conjunto escultórico del artista morenc. Precisamente, el monumento tiene a su delantera, en la lejanía, el dedicado al almirante Roger de Llúria, obra de Feliu Ferrer, quien fue profesor de Julio Antonio.

El hecho de que las tres figuras estén desnudas generó un gran conflicto social en una Tarragona bastante provinciana, hasta el punto que un vecino de la Rambla Nova dijo que se vendía la casa y se marchaba a vivir a otro sitio para no tener que ver imágenes desnudas.

Gracias a una beca de la Diputación de Tarragona, Julio Antonio pudo vivir en Roma y contemplar la escultura romana, «de la cual era un amante». Como curiosidad, Suàrez recordó que Julio Antonio era hijo de un militar que luchó a la Guerra de Cuba, hablaba catalán y le gustaba el flamenco». Otra curiosidad, en este caso del Monument als Herois, se encuentra en el actual pedestal. En el lateral más próximo a la calle Canyelles hay unas pequeñas deformidades, originadas por el golpe de materiales provenientes del estallido de una bomba a pocos metros de distancia durante la Guerra Civil.