Enseñanza
Doce grupos de alumnos de Ingeniería Mecánica muestran sus artilugios
La competición tiene como objetivo mostrar lo que se ha aprendido a lo largo del curso que ahora finaliza
Doce equipos formados por estudiantes del grado de Ingeniería Mecánica Universitat Rovira i Virgili participaron, ayer tarde, en una nueva edición del concurso de artefactos móviles autopropulsados que se celebró en el campus Sescelades. El objetivo es mostrar los conocimientos a lo largo del curso en las diversas asignaturas y aplicarlos en la construcción de aparatos capaces de desplazar elementos a varios metros de distancia. El concurso está organizado en colaboración con el Col·legi d’Enginyers Tècnics Industrials de Tarragona (CETIT).
La profesora Cristina Urbnina comentó a esta redacción que «hace dieciséis años que hacemos este concurso». El premio al grupo ganador es «un medidor láser» que concede el CETIT. En la edición de este curso, el objetivo era lanzar lo más lejos posible un objeto propulsado «aprovechando la energía generada a partir de la caída de agua desde un piso situado en la cuarta planta». El resultado fue en función de cada uno de los prototipos construidos por los doce grupos de alumnos que tomaron parte en la prueba.
Este año, el reto era que un objeto tenía que atravesar un río aprovechando un salto de agua. Además, el sistema de transporte aéreo utilizado tenía que permitir trasladar de forma segura los pasajes que, supuestamente, estaban en el interior de los artilugios. Los resultados de los ejercicios fueron bastante diferentes. En algunos casos, casi seguro que los ocupantes del objeto no habrían conseguido atravesar el río, ya que la distancia recorrida fue de 1,58 y 3 metros. Otros pasajeros sí habrían llegado a la otra orilla, gracias a lanzamientos de más de 14 metros. No hay que decir que los compañeros de los integrantes de los grupos, presentes en el ejercicio, se lo pasaron muy bien, como así lo demostraron algunos de los comentarios que hicieron durante la competición.