Sociedad
Una plataforma pide al consistorio que desautorice el parque acuático de Tamarit
La petición para impedir un enorme inflable de 1.000 m2 llega a las 3.300 firmas y provoca la movilización de clientes habituales del Beach Resort
Vecinos y ecologistas siguen con su campaña para impedir la instalación de un parque acuático de 1.000 m2 en la playa de Tamarit. Después de iniciar una petición en internet que ya cuenta con 3.300 firmas, ayer registraron una petición formal en el Ayuntamiento de Tarragona para impedir lo que consideran una «agresión en el territorio». La plataforma inflable, encargada por el camping Tamarit Beach Resort, tiene la autorización del Departament de Territori de la Generalitat de Catalunya, pero el Ayuntamiento tiene que confirmar el permiso para la actividad.
Bajo la plataforma Salvem Tamarit, entidades vecinales de los barrios de Llevant de Tarragona y de Altafulla se oponen a este proyecto. Anni Norverto, vecina de Altafulla, se enteró de los planes del camping por los medios de comunicación y decidió iniciar una campaña en la plataforma Change.org. En una semana, la petición ha alcanzado 3.335 firmas. «Supuso un shock saber que querían poner la plataforma en un paisaje tan idílico», comenta Norverto. Un grupo de clientes habituales del camping, también extranjeros, se están movilizando para recoger firmas contra esta nueva atracción turística que, en principio, flotará en el mar, a los pies del castillo de Tamarit. «Son clientes que vienen cada año, nos conocemos, y se han puesto en contacto con nosotros», afirma. También se están recogiendo firmas en persona para aquellas personas mayores que no tienen acceso a internet.
Los vecinos se coordinan con la Associació Medioambiental la Sínia que denuncia la falta de un estudio de impacto medioambiental que puede tener la plataforma en el ecosistema de la zona. Además, dicen, la presencia de este parque acuático podría afectar a la campaña que la misma Generalitat impulsa para recuperar la tortuga marina. «Hay muchas contradicciones», apunta en este sentido Norverto.
Aunque la autorización para la actividad empezaba el sábado pasado 15 de junio, la plataforma todavía no se ha instalado. El consistorio de Tarragona, término municipal donde se encuentra la playa, tiene que dar el permiso final. Los trámites para autorizar esta atracción se remontan en noviembre de 2018. Fuentes de Territori y Sostenibilitat, explican que el gobierno autorizó la actividad el abril pasado teniendo en cuenta el hecho de que la zona marítima donde se quiere instalar el parque «no es un espacio marino protegido». En la resolución, la Generalitat analizó «informes favorables» de la Capitanía Marítima de Tarragona y de la Oficina Territorial de Acción y Evaluación Ambiental de Tarragona.
En la autorización, que contempla la presencia de la plataforma hasta el 15 de septiembre, se indica que el parque acuático tiene 1.140m2 de superficie. La Generalitat establece una larga lista de 14 requisitos que el camping tendrá que cumplir. Entre otros, señala que los anclajes no tienen que estropear «los espacios naturales de posidonia». Estos anclajes tienen que tener dispositivos para evitar lesiones y la atracción tendrá que contar con un equipo de socorristas.
Vecinos y ecologistas denuncian el modelo turístico que promueven estas atracciones y alertan de que la ubicación, en una playa que sólo tiene un único camino de acceso, puede comportar riesgos de masificación de gente en caso de emergencia.