La Generalitat tramita una segunda multa a un Iot de Tarragona que continúa abierto

La Generalitat está tramitando una segunda multa al Iot, establecimiento de restauración de la playa Larga que sigue abierto al público a pleno rendimiento, aunque la administración catalana anunció, a finales del año pasado, que la concesión había caducado y que, por lo tanto, se tenían que entregar las llaves del local y vaciarlo. La sanción es consecuencia directa de la negativa a hacer entrega del local. La persona que se encuentra al frente del Yate, a Josep Maria Donato, recurrió el cierre y, también, la primera multa que le fue impuesta, de hasta el 5% del valor del espacio, lo cual equivale a una cuantía de entre 10.000 y 11.000 euros.

Donato manifestó ayer a esta redacción que «no hay ninguna novedad, todo sigue su curso y los recursos están en marcha». Su intención es mantener abierto el establecimiento de la playa Larga «cada día y como siempre, como una temporada normal de verano».

En relación a la segunda multa que tramita a la Generalitat, Donato dijo que «nos pusieron una y la recurrimos». Según su opinión, «no procede poner una multa, así lo entiendo, y pienso que se trata de amenazas».

El futuro del Tòful

Por otra parte, con respecto al concurso para otorgar una nueva concesión para reabrir el Tòful de Mar, restaurante localizado en el mismo edificio que el Yate –propiedad de la Generalitat–, se han presentado más de cinco propuestas. El primer concurso, al cual se presentaron cinco proyectos, quedó desierto. Dos propuestas no fueron entregadas dentro del periodo establecido y las tres restantes no agasajaron todas las cláusulas requeridas.

La apertura de los sobres con el contenido de los nuevos proyectos tendrá lugar el 9 de julio, mientras que la evaluación de la parte económica se hará el 16 de julio. El pasado viernes finalizó el periodo de presentación de propuestas. La Generalitat informó de que se presentaron más que en la primera convocatoria del concurso.

En el último trimestre del año pasado la Generalitat informó de que el 30 de noviembre era la fecha límite para que el Tòful de Mar y el Iot procedieran a hacer la entrega de las claves de los locales. El primero cumplió el requerimiento, pero el representante del Iot afirmó que mantendría el establecimiento abierto y que estaba dispuesto a enfrentarse a la administración catalana en defensa de sus derechos, palabra que cumplió.