«Como hago en el teatro, he buscado la manera de dirigirme directamente al lector»

—Para su primera novela, ha escogido un contexto que conoce lo suficiente bien, el de las actrices.

—Sí, aunque, en realidad, el libro habla de los cambios que somos capaces de hacer. Y también que, a veces, es más difícil que la gente acepte estos cambios que la misma decisión de hacerlos. Es la historia de cuatro mujeres, cuatro actrices, que vienen de Madrid y van a Barcelona después de hacer un casting. Más adelante, tendrán que volver y hacer el viaje a la inversa. Es un tipo de road movie, en que al principio los personajes se conocen, después deciden cambiar y, al final, vemos si lo han conseguido o no.

—Como en un chiste, estas cuatro mujeres son una catalana, una gallega, una madrileña y una vasca. ¿Es un libro de humor, también?

—Sí, este punto de partida, que sí que es como un chiste, es un poco como una declaración de intenciones. Yo vengo de este mundo y, si bien la novela tiene un hilo argumental, está toda rodeada de humor.

—Entre los personajes sobresale Valentina, que hace de narradora de la historia. Es una actriz profesional, decidida, un pelín cínica, con mucho sentido del humor... Es inevitable pensar en usted.

—Es curioso, me lo han dicho bastante. Incluso hay quien dice que lee el libro poniendo mi voz a Valentina porque, como ella, tengo este sentido del humor más crítico y enfoteta. Creo que todos los autores regalan cosas de ellos mismos. Es cierto que en el libro hay muchas vivencias, pero no todas son en primera persona. Algunas las he visto, me las han explicado... De todos modos, antes yo también era más crítica, pero como Valentina, decidí probar cómo sería la vida sin criticar tanto y es cierto que cuando hacía un tiempo que había cambiado, la gente me miraba como diciendo «¿Qué te pasa?».

—También encontramos vivencias del mundo del espectáculo. ¿Qué parte es historia vivida y hasta qué punto se ha guardado cosas en el cajón?

—Mi trabajo es una pasión, una manera de vivir y he intentado poner esta parte más pasional y poética. Toda la vida he querido ser actriz y me pesan más todas estas cosas, aunque esta no es una profesión fácil, y hay que ser valiente. Hay aspectos del trabajo que no me gustan, pero es por mi carácter introvertido, no soy nada protagonista, siempre digo que tengo el ego justo para vivir, pero que para ser actriz tengo muy poco. Estos actores que a veces parecen endiosados me ponen muy nerviosa, pero no porque no me parezca bien, sino porque me choca, yo no soy así. De toda esta parte más negativa hay alguna pincelada, pero en general la historia está más cogida desde la pasión por la profesión.

—Igual que en el teatro, la narradora se dirige directamente al lector, interpelándolo. ¿Eso es un tic de actriz?

—Sí, yo como actriz siempre intento buscar la manera de romper la cuarta pared y hablar con el público, porque la magia del teatro es que tú vayas y sientas que la obra te la estoy haciendo a ti. Como autora, quise buscar también la manera de dirigirme al lector, así que pensé en hacer un viaje en coche y que los lectores pudieran ir sentados en el maletero. Pienso que hace que sientas que esta historia es para ti.

—Su novela ha sido clasificada en el género del chick-lit. ¿Era su intención, apostar por este género?

—No sabía ni lo que era. El chick-lit son historias tipoEl diario de Bridget Jones, una literatura muy positiva, en clave de humor, con protagonistas femeninas, normalmente muy liberales y que siempre acaba bien. Todo eso está, pero también pienso que no es sólo eso. Es una novela que tiene el mensaje de que podemos ser mejores y hay reflexiones sobre la amistad, la estima, o el creer en las cosas desde la positividad y el humor. Se han dejado un poco de banda, y pienso que en la historia son cuestiones importantes.

—¿Cómo ha sido el proceso personal de escribir una novela? ¿Lo bastante bien para tener ganas de repetir?

—Lo he disfrutado muchísimo. Toda la vida he escrito, yo quería ser actriz y escritora. Es cierto que soy más conocida como actriz, pero he escrito guiones, en el teatro y en la televisión. Cuándo la entregué a la editorial ya tenía tantas cosas que no había utilizado, que ya tenía ganas de empezar otra.