Ramon Franch dice que Gallart le pidió el nombre de un comprador ficticio y niega haberla estafado

La Audiencia de Tarragona ha empezado a juzgar este miércoles los hechos que habrían llevado al agente inmobiliario Ramon Franch a matar a la vecina de los Pallareses Carme Gallart. El procesado, que está cumpliendo quince años de prisión por el homicidio de la mujer, se enfrenta ahora a una pena de seis años por haberla estafado el 2006. Según la versión de la fiscalía y de la propia víctima, el empresario hizo creer a Gallart que tenía un comprador para su domicilio. Por este motivo, ella pidió un préstamo para comprar una segunda vivienda con la intención de cancelar la hipoteca cuando cobrara la primera operación. Según la fiscalía sin embargo, todo resultó un engaño y la mujer se vio obligada a pedir más préstamos y a deshacerse de sus propiedades -tres fincas- para pagar las deudas contraídas.

Este miércoles el procesado ha negado las acusaciones y ha dicho que él no hizo creer a la mujer que tenía un comprador para su domicilio. Ante el tribunal, Franch ha afirmado que le advirtió en varias ocasiones de las dificultades de vender el inmueble de las Escales del Miracle de Tarragona -porque en la planta superior vivía el exmarido, con quien tenía conflictos y no se hablaba, ha dicho Franch-, pero que ella le dijo que sino encontraban a ningún comprador «tenía un primo que estaría interesado y que se la podría quedar».

Franch ha relatado que, al cabo de unos días, pudieron incorporar en su catálogo un chalet de 900.000 euros en Sant Pere i Sant Pau que encajaba con las pretensiones de Carme Gallart, que quería cambiarse de casa. «Siempre le dije que sería preferible primero vender la casa y después comprar la otra, pero ella decía que no había problema porque tenía un primo que la podía comprar», ha insistido. Franch ha afirmado que este familiar dejó 45.000 euros a Gallart correspondientes al pago a cuenta de la nueva vivienda.

Según el agente inmobiliario, la mujer se presentó en su oficina y le explicó que necesitaba un documento que acreditara el origen de este importe, pero no quería que hiciera constar al primo «para que el banco no lo supiera». Por este motivo, y para hacer creer a la entidad financiera que ya tenía cerrada la venta de su casa, Franch ha asegurado que Gallart le pidió que hiciera constar el nombre de otra persona que no fuera de Tarragona.

Entonces, el agente inmobiliario ha dicho que hizó constar el nombre de un vecino de Lérida que tenía en la base de datos por haberle vendido un apartamento en Salou, que redactó e imprimió el documento y que le entregó a Gallart sin firmar. En este momento, la fiscalía ha hecho constar una posible contradicción porque durante la fase de instrucción Franch dijo que entregó el documento en blanco. El procesado se ha alterado y el juez ha tenido que intervenir para pedir que se calmara. Finalmente, Franch ha corroborado que redactó el documento, pero que en ningún caso lo entregó firmado, tal como figura en el sumario de la causa.

Con respecto al documento correspondiente a la compraventa de la casa de Sant Pere i Sant Pau, Franch ha explicado que le entregó un borrador a Carme Gallart porque quería estudiarlo antes de firmar. En esta época, Franch ha dicho que él se fue de viaje a Argentina y Chile, y que no intervino en los contratos. Así, ha añadido que la operación se firmó posteriormente y que él cobró unos 20.000 euros, lo correspondiente a una comisión del 2%.

Además, Franch ha negado que Gallart contactara con él a posteriori para reclamarle la identidad del supuesto comprador. Sí que ha dicho que, en el 2012, la mujer acudió a la oficina, le mostró un contacto, le hizo «preguntas muy extrañas» y que no sabe «si llevaba una grabadora». «Supongo que es cuando ya estarían montando esta trama», ha lanzado a preguntas del abogado de la acusación particular. Aquel mismo año, Franch ha confirmado que se encontró una querella de la mujer «encima de la mesa del despacho».

Por el contrario, la fiscalía sostiene que Franch hizo creer que Gallart había vendido una finca de su propiedad ubicada en las Escales del Miracle de Tarragona -donde residía-, por un importe de 1.067.000 euros. Franch habría preparado el contrato en el que constaba la firma de un falso comprador para que, al mismo tiempo, la mujer comprara otra vivienda situada en Sant Pere i Sant Pau por unos 900.000 euros. Franch, que gestionó la operación, se embolsó una comisión de 45.000 euros, según la fiscalía.

Con el fin de obtener la segunda vivienda, la mujer concertó un préstamo hipotecario con una entidad. La fiscalía sostiene que el acusado lo gestionó aunque Gallart no pudo satisfacer el préstamo, dado que la finca de Tarragona no se llegó a vender. A raíz de la muerte de Gallart, durante la vista oral se ha leído la declaración judicial que hizo ante el juzgado de instrucción el año 2012, en la que afirmaba que Franch le daba «excusas» sobre la demora en la compra de su vivienda, que se negó a darle el contacto del comprador y que, cuando ella lo pudo localizar, el hombre le explicó que no sabía nada de ninguna compra y que su relación con Finques Franch se limitaba a la compra de un apartamento.

Por su parte, el asesor hipotecario de Gallart, que ha declarado como testigo, ha dicho que fue Franch quien le trasladó la información que la mujer «tenía apalabrada una venta» que no se podía materializar hasta diciembre. El hombre también ha añadido que los dos contratos de pago a cuenta que hacían falta para tramitar la «hipoteca puente» a Carme Gallart «les pedía el señor Franch», aunque no ha podido recordar si fue él quién le entregó los documentos en persona. «Por lo que me comentaron ella y también desde las fincas, estaba muy claro y seguro que la operación estaba firmada y que se culminaría en diciembre», ha insistido.

La defensa dice que el caso ha prescrito

La fiscalía pide seis años de prisión por estafa agravada en concurso con un delito de falsedad en documento privado, por los que solicita una pena de seis años de prisión y el pago de una indemnización que rondaría los 2 MEUR. La acusación particular pide cuatro años de prisión por los supuestos delitos de estafa y falsedad documental, una multa de 21.000 euros y el pago de 1,5 MEUR de indemnización en concepto de responsabilidad civil.

Por su parte, la defensa ha negado los hechos, ha asegurado que Franch «no hizo ningún artificio» y ha pedido la libre absolución. Además, el abogado del agente inmobiliario ha afirmado que el supuesto delito de estafa prescribió al cabo de cinco años, mientras que la fiscalía ha defendido que se trata de una estafa agravada -que ofrece diez años de prescripción- y que el caso continúa vigente porque el auto de admisión de pruebas es de abril del 2014 y porque el plazo se ha visto interrumpido por la desaparición de la mujer y otros factores.

El detonante de un crimen

El juicio previsto para este miércoles y jueves estaba fijado inicialmente para los días 29 y 30 de septiembre del 2015. Según se desprendió durante el juicio por homicidio, al tener conocimiento del señalamiento y de las graves consecuencias que podrían ocasionarle, Franch intentó varias veces llegar a un acuerdo con Carme Gallart para que se apartara del procedimiento. La cifra económica que le habría ofrecido a cambio rondaría los 300.000 euros. La mujer, sin embargo, se negó, y eso llevó al empresario a deshacerse de ella.

El homicidio se juzgó a final del 2017 con un jurado popular. Aunque el cadáver de la víctima todavía no ha podido ser localizado, el jurado lo consideró culpable de homicidio. La Audiencia de Tarragona lo condenó a quince años de prisión y a pagar una indemnización de 450.000 euros a los familiares de la víctima.