Los residentes en Cala Tamarit crearán una nueva asociación de vecinos

Los residentes en la zona de Cala Tamarit están gestando la creación de una nueva asociación de vecinos, que podría ser una realidad en la primera quincena del próximo mes de julio. El objetivo es «ir avanzando» en las reivindicaciones de que plantean a los vecinos, entre las cuales destaca la petición que el Ayuntamiento recepcioni la urbanización localizada en torno a las avenidas Esquirol y Blauet, manifestó a esta redacción Susanna Domínguez, una de las personas que promueven la aparición de la nueva entidad vecinal.

Hace dos años, los vecinos de la zona se pusieron manos en la obra para conseguir mejoras de carácter urbanístico y medioambiental. El resultado ha sido que 216 vecinos acordaron contratar una empresa para llevar a cabo las tareas de mejora del entorno, una actividad que empezó el pasado martes. Domínguez explicó que el coste del proyecto, presupuestado en 6.000 euros, «lo pagaremos los propietarios de las seis comunidades de vecinos de nuestro bolsillo». Domínguez remarcó que, en esta actuación, «no toma parte la Asociación de Vecinos la Mora-Tamarit».

Una de las prioridades de los vecinos de Cala Tamarit será «reclamar por escrito al Ayuntamiento su intervención, ya que la zona está abandonada porque la urbanización no está recepcionada y le pediremos, precisamente, que la recepcione», dijo Domínguez. En este contexto, los vecinos «estamos recopilando documentación de los desperfectos» para entregarla al Ayuntamiento, «con quien mantenemos contactos», indicó a la portavoz de los vecinos. Domínguez comentó que «las acciones realizadas de manera muy puntual por el consistorio son del todo insuficientes», por lo cual este colectivo decidió tomar la iniciativa para mejorar el entorno de sus viviendas.

La primera acción que han puesto en marcha afecta, además de las avenidas Esquirol y Blauet, al pasaje Serp Blanca y a las calles del Zorro y del Erizo. El proyecto prevé el desbrozado de un metro de anchura más allá de la acera, la retirada de malas hierbas que han crecido en el pavimento y la poda del arbolado hasta cuatro metros de altura, además de la poda de las adelfas, la limpieza de la pinassa, la recogida de residuos sólidos urbanos y la aplicación de herbicida para atacar plagas. El objetivo es tan estético y urbanístico, como adecuar la zona para mitigar los posibles efectos de un incendio forestal. Los vecinos pedirán al Ayuntamiento que haga el necesario para mantener la zona en buenas condiciones.