ERC, ECP y la CUP seguirán negociando a partir del 15 de julio el gobierno tarraconense

Las concejalas de la CUP salían ayer del Ayuntamiento moderadamente satisfechas, después de la primera reunión con los dos socios del gobierno municipal (ERC y En Comú Podem) para explorar las posibilidades que los anticapitalistas acaben entrando también al gobierno. El primer paso, sentarse a hablar, ya se ha producido. Las negociaciones efectivas para intentar formar a un tripartito de izquierdas tendrá que esperar dos semanas más.

La CUP trasladó ayer a sus interlocutores los puntos de programa que quieren defender en la negociación. Las tres formaciones se emplazaron a una segunda reunión el 15 de julio. Hasta la fecha pactada, republicanos y comunes analizarán las propuestas de los anticapitalistas. En 17 días, las tres organizaciones contrastarán conjuntamente los puntos programáticos para empezar a negociar. «El hecho de que podamos hablar es un gran avance porque no había sido posible. Tenemos que ver si es factible trabajar no sobre un documento concreto que es el que tiene que determinar si es posible firmar un acuerdo político para hacer a un gobierno tripartito o no», valoraba ayer a la portavoz de la CUP, Laia Estrada, al salir del encuentro.

Los partidos del gobierno trasladaron a los cupaires que dejan abierta la posibilidad de modificar el cartapacio, es decir las concejalías pactadas entre ERC y ECP. «Eso era importante para saber si hay margen de negociación», explicaba, optimista, Estrada. «De entrada, nos han dicho que, eso, no está blindado. Hay flexibilidad, eso no está cerrado», añadía. En los próximos días, las cupaires enviarán a las dos formaciones su propuesta de cartapacio donde Estrada y su compañera de partido, Eva Miguel, especificarán las concejalías que quieren. Por parte de ERC a la reunión asistieron el alcalde Pau Ricomà y Xavi Puig y, de ECP, Carla Aguilar i Hermán Pinedo.

Aunque las puertas para formar a un tripartito parecen estar abiertas de par en par, la reunión de ayer no acabó como hubiera querido la CUP. Los ediles anticapitalistas piden más agilidad en las negociaciones. «Nos habría gustado hacer una nueva reunión de trabajo la semana que viene», reconocía Estrada, que aplaza la fecha límite para llegar a un acuerdo al 31 de julio. Ante la «demanda de flexibilidad» por parte de los partidos del gobierno, Estrada aseguraba ayer «estar dispuesta a aceptar este margen para respetar los tiempos deliberativos de las dos formaciones».

Felipe VI, fuera del pleno

Una de las propuestas que ERC y ECP tendrán que valorar por parte de la CUP– que quiere ejecutar como una acción de gobierno– es la retirada del cuadro de Felipe VI del plenario y sustituirlo por un escudo del consistorio. También reclaman el «compromiso» para «evitar» colgar la bandera española en el balcón y que el pleno vote si se cuelga la pancarta reclamando la libertad de los presos políticos. Además, proponen aumentar un 6% el presupuesto de educación, limitar los salarios públicos a 27.720 euros (2,2 veces el salario mínimo interprofesional) y modificar todo el POUM para «cohesionar» la ciudad, suprimiendo el PP-10 y el PP-24.