Sant Pere i Sant Pau recopila firmas para que la junta del AAVV no se marche

Movilización en el barrio de Sant Pere i Sant Pau para convencer a Luis Trinidad y a su equipo que no dimitan de su cargo como responsables de la Junta de la Associació de Veïns de SPiSP. Trinidad renunció el martes a su cargo por las quejas de algunos vecinos y la falta de ayuda por parte del Ayuntamiento a la hora de organizar las actividades de la entidad. Un vecino ha iniciado una campaña en la plataforma Chance.org para pedir a Trinidad que no abandone la entidad.

«Me gustaría pedir que no dimitan y que sigan al frente de mi barrio, ya que estamos muy contentos de la organización que llevan a cabo y los diferentes proyectos para la mejora, la diversión y la pluralidad del barrio, siempre pensando en las diferentes edades, sexos y gustos», escribe Aran, un vecino. Trinidad dijo basta después de que un grupo de vecinos se quejara por una fiesta de música electrónica celebrada el 29 de junio. Algunos jóvenes dejaron basura en el suelo en forma de restos de comida y botellas de vidrio roto.

A pesar de las críticas, la junta de la asociación recibió una lluvia de agradecimientos y mensajes de felicitación por el trabajo que han hecho estos últimos años. «Aunque sólo se escucha lo negativo, hay mucha gente agradecida por su trabajo y el esfuerzo. Tienen mi apoyo», explica Aran en la descripción de esta iniciativa que consiguió 250 firmas en un día.

La polémica renuncia de Trinidad y sus críticas por las dificultades que, dice, hay para organizar acontecimientos ha tenido resonancia en el Ayuntamiento. Desde Ciudadanos proponen la creación de una figura específica al consistorio que «asista burocráticamente a las asociaciones de vecinos en la organización de actividades para sus barrios». La portavoz del partido naranja, Sònia Orts, señaló ayer que «es necesario centralizarlo todo en una única figura, ya que actualmente es un periplo burocrático interminable entre los diferentes departamentos». Orts denunció que el Ayuntamiento «pone obstáculos a las asociaciones de vecinos para organizar cualquier actividad en su barrio». Según explica, los departamentos municipales «solicitan» documentos, horarios y seguros de responsabilidad civil «diferentes y contradictorios». Eso, dice, provoca una «situación de poca claridad y efectividad a la hora de llevar a cabo las actividades».