ICV de Tarragona pone a disposición del partido el local para reducir la deuda

Arga Sentís, concejala de Iniciativa per Catalunya (ICV) en el último consistorio de Tarragona, manifestó ayer a esta redacción que «hasta el último momento hemos pagado todos los impuestos», después de que el pasado sábado el consejo nacional de esta formación, heredera del histórico PSUC, decidió presentar un concurso voluntario de acreedores y un expediente de regulación de empleo (ERE), dada la «situación económica» que se encuentra el partido, según explicó en un comunicado. Actualmente la organización «no se encuentra en una situación de insolvencia», pero el análisis de la situación hace prever que en los próximos meses se pueda dar la posibilidad de iniciarse una situación de «degradación», anunció el coordinador nacional del partido, Daniel Cid. Con esta decisión el consejo nacional quiere afrontar la pérdida de ingresos y el endeudamiento económico de ICV, de más de 9,2 millones de euros, mientras que el activo es de 26 locales, con un valor de tasación de 8,2 millones de euros.

Sentís anunció que ICV Tarragona pone a disposición del partido su local, «que es de propiedad», «porque somos solidarios con la deuda de la organización». La exconcejala del Ayuntamiento de Tarragona prefirió «no hacer declaraciones» en relación a la situación a que se ha visto abocado el partido, y dijo que «tenemos deudas, como todos los partidos políticos, en parte por la compra de la sede de Barcelona».

La pérdida de representantes políticos como consecuencia de los últimos resultados electorales, en elecciones a las cuales ICV no ha acudido con sus siglas, ha supuesto una disminución de ingresos.

Sentís confesó sentirse «muy triste», porque «te deshaces de un patrimonio construido con el esfuerzo de mucha gente desde los años del PSUC». La exconcejala puntualizó que en Tarragona el partido «está limpio, sin deudas, pero somos solidarios con el conjunto» de la formación. Sentís añadió que «un partido es un instrumento para hacer política e ICV deja de ser factible por una situación que es inviable, aunque nuestro mensaje sigue siendo más necesario que nunca, porque hace falta un cambio social, luchar por un medio ambiente mejor y por la defensa del feminismo».

Sentís afirmó que «lo que nos diferencia de otros partidos es que el nuestro no ha pedido la condonación de la deuda, porque no queremos que nos sea condonada.»

ICV decidió en la 10ª asamblea nacional, celebrada el año 2013, abrir un proceso de confluencia con otras fuerzas políticas y sociales, y se presentó a las elecciones con las propias siglas, decisión que ha llevado a la actual situación.