Un grupo de jóvenes sube al tejado de la Tabacalera y rompe cristales

Un grupo de jóvenes accedió la tarde del pasado viernes al interior del edificio de Tabacalera, provocando un importante estropicio de cristales. Un vecino de un edificio próximo grabó un vídeo los hechos, cuando comprobó que los jóvenes se paseaban por el tejado del edificio. Uno de los chicos, armado posiblemente con una barra de hierro, se dedicó a romper cristales, según explicó este testigo presencial. Además, el vecino, acostumbrado a ver como de manera casi constante hay jóvenes que se introducen en el edificio por una ventana que hay cerca de los antiguos almacenes de la fábrica de tabacos y que actualmente son dependencias municipales, dijo que «escuché ruidos muy fuertes, más de lo que es habitual». Incluso, comprobó cómo los jóvenes «lanzaban piedras al exterior», informó a esta redacción. «Hay grupos de jóvenes que, muchos días, entran en la Tabacalera, cosa que no me sorprende y todo el mundo en esta zona lo sabe, pero en esta ocasión todo fue más exagerado porque hacían mucho ruido», remarcó.

El vecino explicó que «muchas veces he llamado al 112, a la Guardia Urbana y al Ayuntamiento para denunciar hechos como este, pero acabas por tener la sensación que te haces pesado». El viernes, el vecino se encontraba en la terraza de casa, desde donde presenció los hechos ocurridos. «Los chicos estuvieron más de dos horas en el interior del edificio y, en este tiempo, no apareció nadie de la Guardia Urbana, aunque llamé,» comentó, para añadir que «este edificio se está degradando por momentos».

Jóvenes en el terrado

La sorpresa mayúscula del vecino fue cuando «vi a los jóvenes andando por el terrado del edificio y como empezaron a romper cristales y, probablemente, otros elementos del interior de la Tabacalera». El vecino fue testigo presencial, ya que por más de dos horas estuvo en la terraza de su casa de manera permanente. Desde este lugar, «vi cómo los chicos accedían al edificio, como pasa de manera habitual».

Hay que recordar que el edificio de la antigua fábrica de tabacos es propiedad del Ayuntamiento y, en el futuro, tiene que albergar un complejo cultural y museístico. El estado de la mayor parte de las ventanas, la mayoría con los cristales rotos, supone un peligro para las personas que pasen por la zona en caso de que se produzca un desprendimiento fortuito. En algunos espacios del inmueble también se aprecian sectores de fachadas en mal estado.