Vecinos de Campclar y la Floresta se marchan de la ciudad asustados por el fuego

Los barrios de la Floresta y Campclar registraron ayer a las dos de la madrugada un movimiento de coches nada habitual para un domingo a aquella hora. Sorprendidos por el incendio en la empresa Miasa del polígono Entrevies, decenas de vecinos se marcharon de la ciudad en coche. Sin saber con exactitud qué es lo que estaba pasando, la gran columna de humo y las imponentes llamas que se reflejaban a unos pocos centenares de metros de sus casas, una parte del vecindario no se lo pensó dos veces y se alejó del fuego.

«Escuché muchos cláxones de coche, me extrañó», explica el Angel Moreno, que vive en la Albada y que en aquel momento celebraba las fiestas de la Floresta en una verbena. «Durante 20 minutos no dejaron de pasar coches. La mayoría salían en dirección a Reus. Se marchaban asustados por el fuego, algunos con los hijos» sigue. Según Moreno entre 50 y 100 vehículos salieron en poco rato de Tarragona. Muchos de ellos todavía recuerdan el atentado de ETA de 1987 en el Complejo Químico y la fuga masiva de miles de tarraconenses que, presos por el pánico, abandonaron sus hogares. La asociación de vecinos de la Floresta tranquilizó a los vecinos que disfrutaban de la verbena y les aconsejaron que se marcharan a casa con calma. Algunos representantes vecinales vivieron una mañana intensa intentando tranquilizar a sus vecinos.

Al presidente de la Coordinadora de Entidades de Tarragona (CET), Ángel Juárez, que agrupa más de 100 entidades y la mayoría de las asociaciones vecinales se le giró trabajo. «La gente estaba muy nerviosa. Olía a quemado y no sabían qué hacer», explicaba ayer. En el mercado de Bonavista, el olor de plástico quemado alarmó a muchos los clientes y paradistas. Loli Gutiérrez, presidenta de la asociación de vecinos, se dedicó por la mañana a calmar a la gente del mercado que registró a menos gente de lo que es habitual.

Juárez pide que la CET esté incluida en el Plaseqcat, una petición que ayer trasladó al delegado de la Generalitat a Tarragona. «No puede ser que nos ignoren. Queremos que se nos informe cuando haya alguna situación de riesgo», señala. El presidente de la coordinadora cree que hay una falta de credibilidad por parte de los vecinos en las instituciones y que una comunicación fluida a través de la CET tranquilizaría a los vecinos en caso de situaciones como las del incendio de ayer en una empresa con químicos.

Desde hace unos años, un acuerdo entre la plataforma de Juárez y cuatro grandes empresas químicas como la DAW y Repsol le permite conocer en tiempo real el incidente, por pequeño que sea, y así informar al centenar de entidades de que representa. Juárez cree que el Plaseqcat no está funcionando correctamente y propone difundir, entre la población, recordatorios sobre qué hacer en caso de emergencia químico. «Cuando te pones nervioso no piensas igual», observa. El presidente de la CET ha pedido una reunión con el alcalde Pau Ricomà, para trasladarle sus inquietudes sobre este tema.

Juárez reclamó ayer, de nuevo, un estudio epidemiológico en la ciudad para saber qué aire respiran los tarraconenses. Los partidos aprobaron en el 2015, una moción que instaba a promover un estudio para establecer científicamente el impacto de las empresas químicas sobre la población.