Violencia de género
Manifestaciones por todo el territorio contra 'La Manada' de Manresa
El colectivo feminista denuncia que la fiscalía acuse a los siete jóvenes de abuso sexual, y no de agresión, el mismo día que declara la víctima en el juicio
Decenas de personas, la mayoría mujeres, se concentraron ayer en Tarragona, Reus y el Vendrell, entre otros municipios, para mostrar su rechazo contra el juicio a siete jóvenes acusados de atacar sexualmente en grupo a una menor de edad cuando tenía 14 años. Como pasó con el caso de la Manada de Pamplona, el colectivo feminista volvió a salir a la calle para reclamar que se acusen los chicos de violación y no de abuso sexual. La víctima, que ahora tiene 17 años, declaró ayer en la Audiencia de Barcelona que sintió «miedo» y se vio «angustiada» y «amenazada» por seis de los jóvenes. Uno séptimo no participó en el ataque sexual, que se produjo en Manresa, pero no hizo nada para impedirlo.
Convocados por el colectivo Fridas, unas 60 personas se manifestaron delante de la plaza de la Font de Tarragona al grito de «Viva la lucha feminista». Los organizadores de la protesta denunciaron lo que interpretan como una justicia «patriarcal» y cargaron contra la fiscal del caso para considerar que no hubo intimidación y que, por eso, no se trata de una agresión sexual porque la chica iba bebida. «Señora fiscal: según la modificación del Código Penal de 2015 la edad de consentimiento es a partir de los 16 años. Por lo tanto, en el caso de una chica de 14 años no puede haber debate. ¡Es una violación!», exclamó Marjorie Machado, altavoz en mano, desde las escaleras de la entrada del Ayuntamiento.
Las manifestantes denuncian que la justicia ponga el foco en la víctima. «¿Cuál es la solución? ¿Las mujeres no salimos de casa? La solución es tan simple como que los hombres no violen», expresó el colectivo en el manifiesto leído ayer.
A la protesta asistieron numerosos concejales del gobierno como Xavi Puig, Jordi Fortuny y Paula Varas y la concejala de Igualtat, Carla Aguilar, así como la concejala socialista Begoña Floria.
La protesta se repitió en la capital del Baix Camp y en el Vendrell, en los dos casos, también, con poca afluencia de manifestantes. En el Vendrell, una cincuentena de vecinos se concentraron en la plaza Vella y, en Reus, la protesta se convocó a la plaza Mercadal.
«15 minutos cada uno»
La víctima aseguró ayer que la intimidaron con una pistola. En la declaración, que se hizo a través de una mampara para evitar el contacto con los procesados y acompañada de una psicóloga, confesó que recuerda poco de la noche de los hechos y que cree que le pusieron alguna sustancia en la bebida. Aparte de ella, también testificaron tres personas más que asistieron a la fiesta donde se habrían producido los hechos. Los jóvenes se encontraban en una casa abandonada. Según la joven, la víctima se marchó con uno de los chicos a una sala anexa por propia voluntad «porque estaba enamorada de él». Al cabo de un rato volvió el acusado y le enseñó un reloj y le dijo «15 minutos cada uno». Entonces, fueron el resto. La protesta de ayer se repitió en 120 ciudades de Cataluña y todo el Estado. Desde Fridas, Machado admitió que todavía falta mucho apoyo de la población en estas protestas. «Acostumbramos a responder en casos de violencia directa», observaba la activista que pide más movilización en la calle.