Las voces de la prisión se hacen oír en el instituto

Júlia Martínez Bigorra, una joven tarraconense de diecisiete años, ha sido reconocida por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) por su trabajo de investigación de bachillerato. En concreto, la Universidad de Derecho y Criminología la ha hecho ganadora de un concurso que tenía como premio una beca para cursar el primer curso en la facultad.

Júlia Martínez presentó su trabajo Un pas per a la llibertat. Retrat fotogràfic de tres dones preses del Camp de Tarragona. Se trata de un estudio en que la autora ha entrevistado y fotografiado tres mujeres que habían sido reclusas de la prisión de Tarragona y que, en el momento de las entrevistas, se encontraban en situación de grado abierto, por lo que sólo tenían la obligación de ir a dormir a un centro. «Quise representar su situación mediante fotografías. El trabajo final está plasmado en unos trípticos donde está la foto de cada mujer en el lugar que echó más de menos durante su estancia en prisión, lo que simboliza la libertad para ella, y una imagen del piso donde iba a dormir», explica Júlia. La joven estudiante, que realizó el trabajo mientras cursaba sus estudios en el Instituto Martí Franquès, asegura que desde un buen principio tuvo muy claro que quería fotografiar a un colectivo y que la idea de retratar mujeres presas surgió en el ámbito familiar, a raíz de hablar sobre los presos políticos.

Las tres protagonistas de su trabajo no muestran sus rostros, pero sí que han querido suscitar aspectos de su intimidad, como los lugares que han sido importantes para ellas –encontramos referencias al mar o al campo, por ejemplo–, o como entienden, desde el punto de vista gráfico, la libertad –en este apartado este concepto es mostrado como un túnel oscuro al final del cual está la luz, o una chimenea, que simboliza a la familia.

Este trabajo de investigación le valió a Júlia una nota de 10 en el instituto y el reconocimiento de la UPF, que detalló que la habían premiado por su originalidad y por tener una estructura muy diferente del resto, que, apuntaban, suelen ser mucho más técnicos.

Pero más allá de las notas y los premios, la joven estudiante asegura haber conseguido también un aprendizaje vital: «Todos tenemos prejuicios hacia determinados colectivos que no conocemos, como el de las mujeres presas. Yo también tenía, pero con este trabajo he aprendido que mucha gente que está en prisión ha llegado por malas decisiones de la vida o por encontrarse en situaciones de extrema necesidad».

Además de los trípticos, el trabajo de Júlia Martínez se completaba con un dosier que incluía dos partes teóricas, sobre fotografía y criminología. También incorporó una encuesta sobre los prejuicios del sector empresarial a la hora de contratar personas de este colectivo, así como una entrevista al artista Àlvar Calvet.

A pesar de sentirse muy satisfecha con el premio, Júlia ha decidido cursar estudios de Publicidad por ser una rama vinculada al mundo de la moda, dos sectores que a día de hoy le interesan especialmente.