Los nuevos estudiantes de la URV harán pruebas para saber su conocimiento de idiomas

El último consejo de gobierno de la Universidad Rovira i Virgili de este curso aprobó ayer unas medidas para facilitar a los nuevos alumnos el conocimiento de un tercer idioma: inglés, italiano, francés o alemán. Con esta iniciativa se quiere compensar la incertidumbre que generó la decisión de la Generalitat de retirar la exigencia de disponer del nivel B2 de inglés. Esta fue la causa por la cual cerca de 800 estudiantes no retiraron el título académico, informó ayer a la rectora María José Figueras. Ante esta situación, la URV decidió «abrir una investigación y vimos que la causa es que los estudiantes no tenían el nivel B1».

De los 800 estudiantes que no retiraron el título, «trescientos eran del último curso». Figueras apuntó que «localizamos 70, a los cuales les ofrecimos hacer un curso, en un una encuesta el cien por ciento aseguró que no fue a buscar el título porque no tenían el B1». Ahora no se pide ni el nivel de conocimiento de un tercer idioma. «Ninguna universidad exigía este requerimiento, sólo la URV, y cuando lo supimos pensamos que era un agravio para nuestros estudiantes. El resultado fue que «buscamos soluciones».

John Style, vicerrector de Internacional, explicó el contenido de un plan de promoción de terceras lenguas que se aplicará a partir del próximo curso. «Los nuevos estudiantes harán una prueba de nivel para diagnosticar el conocimiento de un tercer idioma y se los hará otro cuando finalicen la carrera por comprobar su evolución». El resultado formará parte del expediente del estudiante. «El objetivo es animar a los estudiantes a mejorar su conocimiento de idiomas», dijo Style.

Inversiones, ética y violencia

El vicerrector Francesc Díaz anunció que la URV ha iniciado los trámites dirigidos a la adquisición de un nuevo microscopio electrónico y de un cromatógrafo. La inversión será de 822.000 euros, que serán aportados por el Estado y por la misma universidad. Díaz también resaltó «el buen posicionamiento de Rovira i Virgili» entre las universidades mundiales de menos de 50 años.

Por otra parte, el consejo de gobierno aprobó un nuevo reglamento de ética para aplicar en los ámbitos de la investigación y la innovación. La rectora Figueras puso como ejemplo que «no se podrá hacer sufrir los animales con los cuales se experimenta». Todos los proyectos «tendrán que pasar por un comité de ética».

El consejo de gobierno aprobó, además, un protocolo para evitar la violencia de género, «dirigido a los estudiantes, anunció Laura Román, secretaría general de la URV. Román destacó que «los estudiantes han participado en la comisión que han elaborado el protocolo». El objetivo es «proteger a la víctima y hacer un acompañamiento cuando se detecten indicios de violencia, y también estará la posibilidad de sancionar a los autores».