Restauración
El nombre del concesionario del Tòful de Mar no se sabrá hasta septiembre
La Generalitat tiene que comprobar y ratificar el contenido del proyecto con más puntuación
El local que hasta el pasado mes de diciembre albergó el restaurante Tòful de Mar, localizado en un edificio de la playa Llarga propiedad de la Generalitat y que se compartido con el Iot, permanecerá todo el verano cerrado. La administración catalana no decidirá el nombre de la propuesta ganadora del concurso hasta inicios del mes de septiembre, como muy pronto. La sociedad Tucan 2016, que ha obtenido una puntuación más alta entre las seis ofertas que competían para hacerse con una concesión de diez años, con un total de 85, tendrá que esperar hasta septiembre para saber si, finalmente, resulta ser el concesionario del establecimiento de restauración de la playa Llarga.
La Generalitat abrió el pasado martes los sobres con las ofertas técnicas de las seis propuestas presentadas al concurso decidido por el departamento de la Vicepresidencia y de Economía y Hacienda, a través de la Dirección General del Patrimonio.
La sociedad Tucan 2016 tendrá que volver a presentar la documentación con la finalidad que los técnicos de la Generalitat comprueben que es correcta y el contenido se ajusta a lo que se aportaba en las plicas. Entre otros aspectos, se tendrán que ratificar el anteproyecto de adaptación del local y los planes de explotación y funcionamiento.
La Generalitat informó ayer en esta redacción de que, si la propuesta de que recibió la puntuación más alta no acredita la documentación que presentó y se comprueba que el contenido se ajusta a la información que valoró la Mesa de Contratación, se abrirá la posibilidad de que gane la concesión la segunda propuesta más puntuada.
El local, vinculado a la Ciutat de Repòs i Vacances, dispone de dos plantas y dos terrazas que, en conjunto, suman una superficie de 699 metros cuadrados.
El caso del Iot
El propietario de la concesión del Tòful de Mar hizo entrega de las llaves del local a la Generalitat y procedió a vaciarlo por completo a finales del mes de diciembre del año pasado. El mismo requerimiento recibió el del Iot, establecimiento ubicado en la planta baja del mismo edificio, pero este decidió recurrir por disconformidad con el hecho de que la concesión había finalizado. De hecho, el local continúa abierto y atendiendo a sus clientes con absoluta normalidad. La Generalitat ya le ha notificado la imposición de dos multas que han sido recurridas, y no se descarta que en los próximos días proceda a tramitar la tercera.