Tribunales
El juicio contra Miquel por el presunto secuestro de su hija se aplaza al 12-D
El padre de Maricel pidió a la jueza un cambio de fecha porque «no conozco ni me he reunido con el abogado de oficio que me tenía que defender»
Antoni Miquel, padre de la niña de trece años Maricel, que ayer tenía que ser juzgado en Tarragona, fue informado de que el juicio ha sido aplazado hasta el próximo 12 de diciembre. Miquel está acusado de sustracción internacional de menores, maltrato, desobediencia y resistencia a la Justicia, según informó el mateixi Miquel, a quien dijo que «se me acusa de secuestrar a mi hija –desde hace dieciocho meses reside en Chequia con su madre– porque la traje a Tarragona, la empadroné y escolaricé, y participamos en diferentes actividades públicas de la ciudad, incluso fuimos al Nàstic, hechos que no cuadran con un secuestro, porque no tengo nada que esconder».
Miquel, a quien se le piden dos años y medio de prisión, se personó ayer ante la jueza del Juzgado de lo Penal número 1 de Tarragona sin su abogado. El padre de Maricel dijo que «he aportado mis argumentos a la jueza, que los ha tenido en consideración y ha decidido trasladar el juicio al 12 de diciembre». El aplazamiento «me permitirá preparar una defensa adecuada y pedir la libre absolución, y no firmaré ningún pacto que represente aceptar las acusaciones», dijo a esta redacción.
Miquel explicó que solicitó el servicio de un abogado de oficio y «la semana pasada, este me comunicó que no podría asistirme porque tenía otro juicio y que enviaría a un sustituto al cual no conozco». En este contexto, añadió que «no te puede defender a una persona que no conoce tu caso, con quien no te has reunido nunca, y eso es lo que he comentado a la jueza».
Por otra parte, Miquel indicó que «he tenido la suerte de que un amigo mío que es abogado en Barcelona me ha dicho que se hará cargo de mi caso». El padre de la Maricel recordó que «no tengo ingresos y, por este motivo, recurrí a un abogado de oficio».
La fiscalía abrió diligencias por el hecho de que Miquel se negó a entregar a su hija a los Mossos d'Esquadra para que la policía catalana la trasladara al aeropuerto para viajar hasta Chequia, donde lo esperaba su madre. «Al final, consentí el traslado porque me lo pidió la niña». Este hecho pasó hace dieciocho meses, los mismos que Miquel está separado de su hija.
«Tengo la conciencia muy tranquila y son otros los que se tendrían que avergonzar por sus abusos de poder», dijo Miquel, quien añadió que fue la madre de la Maricel «quien –presuntamente– declaró la guerra con un mensaje amenazador, donde escribía explícitamente que haría todo el posible para impedirme el contacto con mi hija».
Miquel estuvo acompañado de familiares y amigos en el tiempo que estuvo en el juzgado, hecho que agradeció de manera especial en su Facebook, porque «el apoyo que recibo es muy importante».
En julio de hace dos años, Miquel llevó su reivindicación a la calle, hecho que le supuso recibir muchos apoyos de ciudadanos. En aquella ocasión, dijo que Maricel «está al día de todo» y subrayó que «no tiene ningún trauma por ver su padre en la calle luchando por esta causa». En el 2017 el padre decía que el conflicto «ha provocado que la niña madurara a toda prisa y que tuviera claro lo que ella quiere es quedarse en Tarragona».
Antoni Miquel, el padre que lucha por impedir que la hija vuelva con «una madre que la maltrata»