Diari Més
Enrique Villagrasa

Poeta, periodista y crítico literario

«Siempre estoy buscando aquel verso que me haga poeta»

En septiembre llegará a las librerías su nueva recopilación de poemas bajo el título ‘La poesía sabe esperar’, donde sigue explorando los caminos del poeta

Villagrasa considera que primero hay que conocer la tradición literaria para poder transgredirla.

«Siempre estoy buscando aquel verso que se me haga poeta»A. Ferran

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«Estoy más cerca de sentirme y creerme poeta». Esta es una de las reflexiones que hace el poeta y periodista establecido en Tarragona Enrique Villagrasa. Después de publicar en abril Queda tu sombra (ed. Huerga & Fierro) a en septiembre volverá a deleitarnos con sus versos a La poesía sabe esperar (Ediciones Igitur).

—En septiembre llegará a las librerías La poesía sabe esperar . ¿Qué podemos encontrar?

—Una experiencia mística.

—Explíqueme.

—Probablemente lo que hago con mi poesía es escribir siempre el mismo libro. Siempre estoy buscando aquel verso que me haga poeta. Lo que sé es que soy lector de poesía. Soy buen lector de poesía y soy buen crítico literario, pero me falta saber que soy poeta. Y por eso busco el verso que me lo haga ser.

—¿Y con este libro, está más cerca de serlo?

—Estoy más cerca de saber, de sentirme y de creerme poeta. En algún momento me llegó el verso La poesía sabe esperar, que es el título del libro. Y ha sabido esperar hasta este momento, hasta el momento en el cual me dio todos estos versos. La inspiración existe, pero te tiene que pillar trabajando. Te da el primer verso, que no sabes cómo te llega y, como en todo, tienes que esforzarte y hincar los codos, para seguir.

—La poesía en ella misma ya es para usted una fuente de inspiración. ¿Qué más lo mueve a escribir sus versos?

—Exactamente, la poesía misma es mi inspiración. Y mi infancia en Burbáguena sigue siendo mi inspiración. En verano, cuando voy, acostumbro a pasear y acostumbro a recorrer los mismos sitios de mi infancia. Allí, cargo las pilas y saco material para poder escribir. Y de alguna forma este libro es justamente eso, un recorrido por mi infancia en Burbáguena y los primeros momentos al llegar a Tarragona.

—¿Fue en este momento cuando descubrió que tenía una inquietud hacia la literatura?

—De jovencito, descubrí que hacía cosas y que pensaba cosas. Creo que fue a los 8 años cuando leí por primera vez El Quijote. En aquel momento, memorizaba aquello que hacía. Y llegó un punto en que no memoricé más, y lo tuve que escribir para no olvidarme. Después, sin embargo, perdí todos estos primeros papeles.

—¿Le gustaría encontrar estas primeras notas?

—No lo sé. Piensas una cosa, lo escribes y si lo tienes que encontrar, ya la encontrarás y si no, no pasa nada.

—¿Es nostálgico?

—Siento nostalgia de todo.

—Eso es muy de poeta.

—Siempre pienso en poesía. Leo entre uno y dos libros de poesía al día y tomo notas. El oficio de crítico es así.

—¿Cómo se definiría en su faceta de crítico?

—Hago la primera lectura de un libro, critico si vale la pena resaltar aquello que he encontrado de bueno en el libro y si no lo dejo estar. Exijo, sobre todo, que se note que el poeta ha leído, que tiene una base cultural y que después, con todo este bagaje, hace lo que quiere. Lo que no puede ser es que, sin haber leído, nos pongamos a escribir. Si no sabemos leer, no sabemos escribir, por lo tanto no sabemos pensar y no sabemos hacer nada. Lo único que sabemos hacer es un aquí te pillo, aquí te mato. Alguien tiene una sensación y como ahora se tienen tantos medios con Twitter, Facebook, Whatsapp, lo escribe.

—Parece como si todo el mundo fuera escritor.

—Todos somos escritores, todos somos periodistas, todos somos poetas. Todos somos todo. Quizás no es malo. Lo único que pido, tanto si escriben poesía como si escriben filosofía, arte, periodismo, es haber leído. Y haberse hecho muchas preguntas en uno mismo, hasta que te quemes en preguntas y dudes de todo.

—La duda como método.

—Exacto. ¿Por qué tengo que ver la botella medio llena o medio vacía? ¿Por qué, si tiras la moneda en el aire no puede quedar derecha? ¿Por qué tiene que caer por una parte o de la otra? Preguntarte por todo y ponerlo en duda todo. La tradición, una vez conocida y aprendida, está para transgredirla, para olvidarla, para hacer con ella lo que quieras. Un ejemplo que siempre doy en mis charlas. Picasso, para hacer aquellos garabatos, tuvo antes una época rosa y una época azul, que son magistrales.

—Tenemos la necesidad de hacer que todo sea bueno a la primera y no nos damos tiempo para mejorar y madurar.

—Cierto. Y tenemos que seguir leyendo. Y cuando crees que ya lo has leído todo, tienes que continuar. Clásicos y modernos. Desde Homero hasta la actualidad. Todo lo que se pueda.

—El espectro es amplio. ¿Pensando en alguien que tenga ganas en leer ahora durante sus vacaciones, qué título clásico y cuál de moderno le recomendaría?

—Empezar por el principio, con La Odisea . Es un libro de aventuras y te lo pasas pipa. Y de moderno, el Romacero gitano de García Lorca, para divertirte leyendo. De Homero en García Lorca, cualquier cosa, pasando por Villagrasa.

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