«Los maestros podemos ser estrategas, hacer que en el patio pasen cosas educativas»

—¿Cómo son los patios de las escuelas por norma general, y cómo tendrían que ser, según su opinión?

—En los patios convencionales la centralidad está en la pista de fútbol. Vemos a los niños jugando a fútbol y las niñas en torno a la pista. Lo que se busca ahora es, sabiendo que los niños que lo quieran, también tienen que poder jugar a fútbol, es enriquecer pedagógicamente el tiempo del patio. Así como los maestros programamos actividades para dentro de la clase, también las tenemos que programar para el patio. No con forma de actividades dirigidas, sino haciendo que en el espacio del patio pasen cosas educativas. Eso se puede hacer de dos maneras: con la figura de un experto, que vaya a la escuela y diga qué se tiene que hacer, o bien con la cocreación. Es decir, implicando a los maetros, a los niños y niñas y a las familias en este cambio. De esta manera se crea comunidad, todos prefieren aquello que se hace, y saben por qué se ha hecho. Además, el mismo proceso también resulta educativo.

—Explíqueme el ejemplo de alguna escuela donde se haya hecho esta transformación.

—En la escuela de Llorenç del Penedès tenían esta inquietud y me contactaron. Hice unas cuantas sesiones con el claustro, después se añadieron algunas familias, y todo acabó desembocando en un sábado precioso, en qué familias, maestros y niños montamos todos los espacios, siguiendo varios criterios.

—¿Cómo plantea la transformación de un patio?

—A mí me va muy bien explicarlo a partir de la figura humana. Por una parte tenemos la cara, donde están los sentidos. Por lo tanto, tenemos que pensar propuestas que sean muy sensoriales. La parte de las piernas se corresponde con los que corren, saltan, escalan. Las extremidades superiores nos hablan de los que quieren tocar, manipular, llenar, vaciar. Y la parte del cuerpo más relacionada con las emociones, está vinculada al hecho de esconderse, y por lo tanto en las cabañas, a relacionarse, y por lo tanto en los espacios de Chill Out... Haciendo esta distribución, acabamos teniendo un patio atento a todos los intereses y a todas las necesidades.

—¿Esta visión del patio se está teniendo en cuenta a la hora de proyectar nuevas escuelas?

—El departamento tiene la intención de hacer un nuevo decreto para que las instalaciones se construyan de esta manera. Conozco algunas escuelas de nueva creación del territorio donde no se ha tenido esta mirada, todavía están pensadas en términos de metros cuadrados por alumno, sin tener en cuenta el equipo de maestros. Hay una demanda clara de los equipos directivos y de maestros para que se los escuche.

—¿El cemento nos ha ganado la partida?

—La palabra clave en todos estos procesos es diversificar. ¿Un patio tiene que ser todo verde? ¿Por qué no puede haber una parte asfaltada? No hace falta que apliquemos la ley del péndulo: si antes era todo asfaltado, ahora tiene que ser todo arena. Hace falta cubrir las necesidades, y por lo tanto diversificar. Y este concepto es aplicable a todo: los tipos de materiales, los tipos de actividades, los tipos de propuestas... Porque tenemos niños diversos, y queremos que todos tengan su oportunidad.

—¿Regenerar el patio quiere decir también regenerar los juegos? ¿Los maestros tiene que intervenir?

—Sí, pero es una intervención de estratega, no para dirigir, porque el tiempo de patio tiene que ser libre. Queremos que los niños hagan cosas sin que se lo digamos: ¿qué pasa si en un rincón pongo un determinado material de una determinada manera? Pues que pasarán cosas. Eso es muy divertido. Uno de los referentes de la pedagogía activa, Reggio Emilia, habla del concepto de serendipia: preparas el material y prevés lo que puede pasar. Pero los niños siempre ganan, y hacen una cosa que no te esperabas.

—Usted que está en contacto, ¿constata un aumento del afán formativo del profesorado?

—Estamos inmersos en una oleada de cambio. Y aquí hay un debate, sobre si cambiar por cambiar, o qué es innovar. También hay modas, y parece que si no las sigues, no eres innovador. Pero al final innovar es que el equipo educativo hable y busque soluciones nuevas a problemas. La cuestión es que, durante mucho tiempo, los equipos directivos no hablaban entre ellos. Ahora tenemos una oportunidad muy buena porque nos estamos dando cuenta de que tenemos que hablar de pedagogía. En cuanto a la formación, los maestros siempre nos hemos formado, pero el tipo de formación que se hacía no era tan transformadora como ahora.