El Ayuntamiento mantiene el Rambla Science en el Banco de España pero incorporará un «uso social y cívico»

El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona ha decidido mantener el proyecto del Rambla Science por el edificio del antiguo Banco de España de la Rambla Nova, pero al mismo tiempo quiere incorporar la propuesta vecinal de convertirlo en un espacio de uso social y cívico.

Así lo ha explicado este miércoles la concejala Laura Castel, responsable municipal del proyecto del Banco de España. Según Castel, «el espacio permite hacer compatible la conversión de la Rambla Science con un uso social y cívico. Siempre hemos reivindicado que este edificio tenga un uso polivalente y por eso atenderemos esta petición vecinal porque es exactamente lo que nosotros siempre hemos pensado que tenía que ser».

Mantener la propuesta de divulgación científica permitirá al consistorio no perder la subvención conseguida del fondo Feder por valor de 1.975.333,73 euros, dentro de un proyecto global de rehabilitación del edificio con un coste previsto de 3.956.434,94 euros.

La concejala responsable del proyecto destacaba que hacer compatibles las propuestas vecinales con la cultural permitirá dinamizar el centro de Tarragona. «Será un proyecto que impulsará un ocio educativo y cultural integrado en el turismo de calidad. En definitiva, un espacio que invitará a entrar y, lo más importante, a participar».

Para concretar la propuesta definitiva del futuro del antiguo Banco de España, la concejala se reunió en julio, ha explicado, con técnicos de la Oficina de Proyectos, con los servicios de Contratación municipal, así como representantes de los centros de investigación de la Universidad Rovira i Virgili, (el Institut Català d'Arqueologia Clàssica, el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, el Institut Català d'Investigació Química y el Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili), «con el objetivo de ponerse manos a la obra», añadía.

El edificio del antiguo Banco de España ocupa una superficie de 2.700 metros cuadrados repartidos en tres plantas, a los cuales se tienen que añadir 1.000 m2 más del semisótano. El edificio, neoclásico, fue construido el año 1928 por el arquitecto Joan de Zavala y Lafora, es de titularidad municipal desde 2010 y actualmente está catalogado como bien cultural de interés local (BCIL).