Un joven denuncia puñetazos y patadas por parte de la Guardia Urbana de Tarragona

Un chico de 18 años denuncia haber sido víctima de una «brutal paliza» por parte de dos agentes de la Guardia Urbana en la madrugada del viernes 6 de septiembre en la plaza de la Font. Iker Torre asegura que los agentes le golpearon en la boca y le propinaron varias patadas cuando se encontraba en el suelo sin que él hubiera hecho nada. La policía mantiene que el chico se estaba peleando con otro joven y que lo detuvieron por un supuesto delito de resistencia y desobediencia después de negarse a ser identificado y herir a un agente cuando intentaba escapar.

El joven describió su versión de los hechos con un escrito en las redes sociales en lo que asegura que se encontraba con un amigo estirado en el suelo, abrazados, y hablando de sus cosas «sin disturbios ni gritos». Eran las tres de la madrugada cuando apareció un coche de la Guardia Urbana del que bajaron dos agentes con la porra extensible a la mano. Torre explica que, después de registrarlos y no encontrar alcohol o drogas, se negó a ser identificado. En aquel momento dos agentes lo «estamparon» contra la puerta del coche. «Mientras me estaban cogiendo, me movía porque me estaban haciendo daño y, de repente, me tiraron al suelo y me inmovilizaron. Me dieron un puñetazo en la boca y otro en el ojo y un gran número de patadas por todo el cuerpo», asegura el chico.

En un comunicado, la policía municipal señala que una patrulla que realizaba tareas de vigilancia en la Parte Alta, observó a dos jóvenes peleándose. Después de separarlos, los jóvenes argumentaron que sólo jugaban sin embargo, según la Guardia Urbana «uno de ellos se negó de forma reiterada a identificarse y opuso resistencia a ser registrado. Fruto de la resistencia activa mantenida por el joven, un agente de la patrulla de apoyo resultó herido». Los agentes condujeron al chico detenido en el Hospital Santa Tecla, un procedimiento habitual con los arrestados a quienes se les garantiza la asistencia sanitaria. Torre denunció a las enfermeres que había sido víctima de una «paliza sin motivo» por parte de los policías que, según explica, «miraban a la puerta para que no nos viera a nadie».

Durante el trayecto hasta la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Campclar, donde quedó detenido por desobediencia y resistencia contra los agentes de la autoridad, los agentes le dedicaron, según dice, comentarios sarcásticos y con tono de burla como «que mal encajas los golpes eh».

El joven durmió en la comisaría de los Mossos de Campclar y salió a las once de la mañana. La supuesta agresión de la policía le provocó una «fractura horizontal del primer incisivo superior izquierda» y una herida en el labio y contusiones en la espalda y en la rodilla diagnosticadas por un médico.

A causa de un intenso dolor en la boca, el chico fue a urgencias y el médico le comunicó que se tendrá que someter a una intervención para reconstruirle el diente. La versión de los hechos de Torre se ha hecho viral después de que compartiera el episodio en su cuenta de Instagram. El joven compartió varias imágenes de una radiografía de la boca y de los golpes que habría recibido por parte de los agentes en el labio, la cintura y el hombro. Hasta este domingo, la publicación ha generado más de 200 comentarios y casi 7.000 interacciones en la red social.