Sucesos
Cala Romana registra dos robos en viviendas en un mismo día
Uno tuvo lugar en la calle de la Travessera del Pi y el otro, en calle del Mirador, de donde se llevaron joyas y dinero
La urbanización Cala Romana de Tarragona ha vuelto a ser objeto de dos robos en viviendas, en esta ocasión, perpetrados durante un mismo día. El primero se produjo en la calle de la Travessera del Pi el pasado miércoles, 4 de septiembre. El segundo tuvo lugar en un adosado de la calle del Mirador de Cala Romana el mismo día. En este último, el ladrón o los ladrones consiguieron llevarse joyas y dinero, según ha podido saber Diari Més.
Se desconoce la hora en que los ladrones pudieron acceder a las casas. Los propietarios del chalet de la Travessera del Pi vieron que habían accedido a su casa después de pasar todo el día fuera, pero se desconocen más detalles. En la calle del Mirador de Cala Romana el robo se habría producido alrededor de las diez de la noche. Antes, sin embargo, según asegura un vecino de la zona, algunos residentes vieron a dos personas –aparentemente extranjeras– rondando por la zona de los adosados donde después se tuvo constancia de un robo. En este caso, los ladrones se llevaron joyas y dinero. Los propietarios de la casa llegaron después de que lo hicieran los Mossos y vigilantes de una empresa de seguridad privada.
Josep Maria Vives, residente de Cala Romana desde hace muchos años, asegura que los robos son frecuentes por la falta de vigilancia. «No es que haya mala fe por parte de la Guardia Urbana, supongo que no dan abasto, pero no hay suficiente vigilancia», dice. Según asegura, a lo largo del tiempo, los vecinos de la urbanización han planteado medidas para intentar reforzar la seguridad en la zona y evitar los robos, que son recurrentes. «Ha habido sugerencias como la de instalar cámaras, contratar seguridad privada... En cierto momento la tuvimos, pero no sirvió de nada. Otra posibilidad es que los propietarios que disponen de alarma a sus casas se junten para pedir seguridad privada», añade Vives.
Abandono de la zona
Sea como sea, Vives afirma que los robos son sólo uno más de los muchos problemas que hay en la urbanización y en todas las de Llevant. «Toda la zona de Llevant está abandonada, somos como otra ciudad, aquí todo el mundo hace lo que le da la gana», dice. «Hay problemas con la limpieza, con el soterramiento de cables... Las aceras no tienen la anchura normativa, por el medio están los palos de teléfono. Siempre se habla de los barrios de Ponent, pero la rambla de Campclar es una delicia en comparación con como está Cala Romana», dice Vives.
Las urbanizaciones de Llevant como Cala Romana son objeto de robo no sólo en verano, también a meses de invierno. En diciembre del año pasado los ladrones accedieron a cuatro viviendas en sólo tres días.