Tarragona pierde un mundial de fútbol sala por la cesión del Palau

Más de un año después de la celebración de los Juegos Mediterráneos 2018 el Palau d'Esports de la Anilla sigue sin uso. Ayuntamiento y Generalitat trabajan en la cesión del pabellón, propiedad del gobierno, para que sea el consistorio quien gestione la explotación de actividades deportivas en el recinto. Mientras el traspaso se encuentra atascado, Tarragona ha perdido un primer acontecimiento deportivo por la falta de equipamiento deportivo básico: el Campeonato del mundo de fútbol sala sub-13 que se celebrará en Reus entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre.

Fuentes de la Federación Catalana de Fútbol Sala aseguran a Diari Més que la primera intención era organizar el mundial en el Palau d'Esports. En la Anilla hay tres pistas, sólo una con parquet, y el palacio no dispone de material como porterías, canastas y cortinas que separan los campos. El delegado de Deportes de la Generalitat en Tarragona, Joan Plana, confirma que la entidad que quiera organizar cualquier competición –en este caso la federación de fútbol sala– se tiene que hacer cargo de la instalación del parquet, la luz y el servicio de limpieza, entre otros. Estos gastos (de al menos 30.000 euros) hicieron desistir a la organización que, finalmente, se decantó por el Pabellón Olímpico Municipal de Reus.

«El problema es que el Palau d'Esports está a cero, se tiene que poner en marcha. Son unos gastos extras que no podíamos asumir. Es una lástima que el recinto no esté preparado», comentan desde la federación. El mismo Plana acompañó a los miembros de la federación catalana en una visita al pabellón donde les informó de las carencias del recinto.

El Palau d'Esports supuso una inversión de 18 millones de euros y cuenta con una capacidad para 5.000 espectadores. El recinto no cuenta con personal para hacerse cargo del mantenimiento, la climatización, la luz o la limpieza. El único servicio que tiene contratado la Generalitat es la vigilancia permanente del recinto con profesionales que trabajan las 24 horas del día.

El 26 de octubre, Ayuntamiento y Generalitat anunciaban un primer acuerdo sobre la gestión del palacio. El pasado 27 de mayo las dos administraciones volvían a hablar, en este caso, de un «acuerdo total político e institucional» para su gestión. «Sólo quedan unos detalles técnicos y jurídicos por concretar», explicaba el exalcalde Josep Fèlix Ballesteros. Unos detalles, que cuatro meses después, siguen impidiendo el traspaso del equipamiento en manos municipales.

Desde que acabaron los Juegos (en julio de 2018) el palacio ha acogido el inicio y salida del Mitja Marató y partidos de pretemporada de baloncesto de la Liga ACB. Desde el gobierno, Plana recuerda que la Generalitat sólo se comprometió a construir el palacio y lo tuvo a punto para los Juegos. La gestión, apunta, será del Ayuntamiento, quien tarde o temprano se tendrá que hacer cargo de la instalación del equipamiento deportivo necesario.

El representante territorial subraya que no se trata de un «problema político ni de coordinación» sino que se trata de una cuestión técnica y jurídica. El nuevo equipo municipal está informado sobre la situación, pero la cesión está pendiente de cerrarse.

12 selecciones, 700 personas

Reus acogerá un mundial sub-13 en el que participan las 12 mejores selecciones del mundo en esta categoría. Competirán Cataluña como anfitriona y Argentina y Paraguay como equipos destacados. El resto de equipos son: Brasil, Colombia, Sudáfrica, Italia, Suiza y Francia, Australia, Inglaterra y la India. Desde la Federación Catalana de Fútbol Sala calculan que el acontecimiento atraerá a unas 700 personas, entre jugadores, equipo técnico, árbitros, familias de los jugadores y los seguidores que sigan la competición.