De Tarragona a Rovereto
«Lo que me sorprendió mucho es la eficiencia en el reciclaje de la basura»
La tarraconense Clara Mallafré vive en Rovereto (Italia) desde el pasado mes de abril, donde ha empezado una nueva aventura con su pareja
—¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional hasta ahora?
—He trabajado de cosas mucho diversas hasta llegar a la pasión de la cocina combinada con el veganismo. Lo que más me gusta es alimentar de una manera más saludable a la gente.
— ¿Qué motivos la llevaron a marcharse de casa para ir a vivir al extranjero?
—Conocí a un chico maravilloso que vino con unos amigos míos de vacaciones a Cambrils. Una vez se marchó, mantuvimos el contacto día a día y parece que la cosa fue a más. Lo visité a finales de septiembre y, por Navidad, decidimos sacar adelante esta relación mágica. El 27 de abril volvió a Tarragona para marcharnos juntos a Rovereto y empezar una nueva aventura de vida juntos.
— ¿Cuál fue su primera impresión del país al llegar?
—La primera vez que fui hice una visita relámpago, era octubre, todavía hacía buen tiempo y di un paseo por el Lago di Garda, era muy verde y empezaban los colores típicos de los bosques en otoño. Me parecía una ciudad pequeña, pintoresca, dentro de un valle enorme con un paisaje idílico, como los de postal, con montañas alpinas, ríos y lagos. La segunda vez era Navidad y, para mí, hacía mucho frío, pero ellos me decían que era uno de los inviernos más cálidos de los últimos años, había poca nieve. Vi que a la gente no le frena el frío para salir de casa y salen a ferias artesanales, fiestas navideñas y celebraciones por todas partes. La tercera y definitiva fue a finales de abril inicios de mayo, cuando hubo unos días donde nevó casi más que en invierno... Las causas del cambio climático. Me fui adaptando al idioma, la primera semana no me atrevía a hablar mucho, después ya me tiré a la piscina, perdí la vergüenza y empecé a hablar con todo el mundo, era divertido porque cuando no sabía cómo se decía una palabra, la decía en catalán, y curiosamente así descubrí que el dialectotrentí de la zona de Rovereto tiene muchas semejanzas con el catalán. ¡Se me simplificó la traducción al dejar el italiano y el castellano de lado!
—¿Fue muy sorprendente el cambio?
—La verdad es que el cambio se me hizo muy agradable, la familia y los amigos me recibieron con los brazos abiertos y todos me ayudan en lo que sea necesario, la gente es abierta y tengo la sensación de no sentirme extranjera.
—¿Cuáles son las principales diferencias entre Rovereto y su casa?
—Tienen los horarios europeos de las comidas. No me costó mucho adaptarme porque, en realidad, es un poco lo que te pide el cuerpo de manera natural. La ciudad es muy cultural y siempre están haciendo música, exposiciones, fiestas temáticas... Algo que me sorprendió mucho fue la eficiencia en el reciclaje de la basura, dejo un enlace para todo el mundo a quien le pueda interesar: dolomitiambiente.it y comune.rovereto.tn.it. Cada día de la semana recogen un tipo diferente de basura bien clasificada, del martes al viernes desde las 8 de la mañana hasta al mediodía. Los mini contenedores y las bolsas de basura las proporciona el ayuntamiento con los impuestos que se pagan. Después tienen el CRM –Centre Raccolta Materiali- donde tú llevas el resto de cosas no clasificables, como el césped del jardín, pilas, muebles, metal. Aquel lugar me fascinó seriamente, lo tienen muy bien montado. La ciudad está limpia, la gente está muy concienciada, incluso cuando hacen fiestas ves que todo el mundo pone su granito de arena a la hora de recoger para que el lugar quede limpio, ya sea ciudad, prado, bosque, río o lago.
—¿Qué destacaría de la manera de trabajar del país? ¿Las conductas son similares o diferentes?
— En el norte de Italia es bastante diferente al sur, son mucho más normativos, civilizados y trabajadores. Con respecto a España tiene algunas normativas diferentes pero se parece bastante.
—¿Qué es lo que más echa de menos de casa?
— Pensaba que echaría de menos el mar, pero al haber lagos y ríos por todas partes, ¡agua no me falta!
—¿Qué costumbre del país actual se llevaría hacia Cataluña?
— La cultura de la cerveza artesanal y el respeto a la naturaleza con respecto al reciclaje.