Cruz Roja pide ampliar el servicio de playas hasta las ocho de la tarde

Cruz Roja pide ampliar hasta las 20 horas el servicio de socorrismo en las siete playas de la ciudad donde la entidad realiza las tareas de vigilancia. La mayoría de los rescates y los muertos por ahogo se producen a partir de las 19 horas, cuando acaba el turno de los socorristas y estos ya han abandonado la playa. La organización también propone trabajar los fines de semana de septiembre en todas las playas, un servicio que, actualmente, sólo está activo en la playa de l'Arrabassada.

El coordinador de Salvamento y Socorrismo de Cruz Roja a Tarragona, Hugo Núñez, tiene claro que la carencia principal del servicio se encuentra en un horario que empieza a las 10 horas y acaba a las 19 horas. «Todos los rescates tienen lugar a partir de las 19.15 horas. Este año ha sido una muestra clarísima de este fenómeno. Todos los muertos se producen justo después de que el socorrista se marche», subraya Núñez. El clima, cada vez más caluroso, alarga el tiempo que los bañistas pasan en la playa y aumenta el riesgo de que se produzca algún incidente en un momento en qué el servicio de socorrismo ya ha acabado. En Tarragona, muchos socorristas pertenecen también al cuerpo de voluntarios de servicio Marítimo y son los tripulantes de las embarcaciones de salvamento que trabajan en casos de urgencias a cualquier hora. Los rescates en casos de urgencia se activan en cualquier momento, ya que el servicio marítimo está activo las 24 horas y los 365 días del año.

El pasado sábado 14 de septiembre los socorristas de Cruz Roja acabaron la temporada del servicio de salvamento y socorrismo que el Ayuntamiento contrata desde hace 50 años. Hasta el 30 de septiembre, la entidad mantiene la vigilancia los fines de semana en la playa de l'Arrabassada. Núñez propone ampliar estos trabajos en las siete playas con vigilancia, ya que son muchas las personas que durante el mes de septiembre se acercan a disfrutar de los últimos días de playa de la temporada. Las playas de la Móra y la Llarga registraban ayer a un gran número de bañistas.

Durante la jornada del domingo, los socorristas realizaron tres rescates: dos en l'Arrabassada y uno a los Capellans. Aunque las playas lucían bandera roja, los profesionales de la organización tuvieron que intervenir para rescatar bañistas imprudentes. «Es nuestra cruz. Nos sacrificamos cada día, el socorrista se quema la piel cada día, pero no hay manera», lamenta el responsable de los socorristas en la ciudad. «Si no estamos, el usuario hace lo que les parece y, a veces, lo que le parece es peligroso», recuerda. En la mayoría de ocasiones, el estado del mar impide a los usuarios que nadan mar adentro volver cerca de la playa.

La temporada en las playas de la ciudad ha sido similar a las del año pasado y no se han registrado grandes incidencias. A falta de reunir todos los datos de los incidentes que han tenido lugar durante el verano, Núñez aseguraba ayer que sólo una persona ha muerto en servicio de salvamento. Al menos dos más han muerto ahogadas entre junio y septiembre, la última el 3 de septiembre a los curas. Las medusas han tenido muy poca presencia, excepto dos días cuando apareció una plaga de pelagia que provoca una fuerte urticaria.