El 24 de septiembre se iniciará la renovación de las cañerías de Cala Romana

El 24 de septiembre se iniciarán las obras destinadas a la renovación de las cañerías de fibrocemento en Cala Romana, una actuación largamente reclamana por los vecinos de la urbanización, a causa del peligro que supone este material. Como fase previa al principio de la sustitución de las cañerías, ayer se procedió a depositar parte del material en las calles donde se hará la primera de las quatres fases en que se divide el proyecto. De manera provisional, se han instalado unas cañerías para facilitar la llegada de agua a las viviendas de la urbanización. La previsión es que antes del 20 de septiembre se pongan las casetas de obras y los materiales. Al día siguiente de la diada de Santa Tecla, se iniciará la ejecución del proyecto. La empresa contratista GICSA trabajará con tres equipos de manera simultánea, según informó la empresa a Ematsa. El programa de esta intervención prevé que las obras hayan finalizado el próximo mes de enero.

Ematsa informará a los vecinos tres días antes del inicio de las obras en cada uno de los cuatro sectores donde se trabajará. Cuando estas estén en marcha, las calles afectadas estarán cortadas a la circulación de vehículos, donde no se podrá estacionar ni se podrá entrar o salir de los parkings privados durante la jornada laboral, es decir, entre las 8 de la mañana y las 18 horas de la tarde.

El Ayuntamiento de Tarragona anunció el pasado mes de mayo que las obras de sustitución de los más de seis kilómetros de cañerías de la red de conducción de agua se iniciará en septiembre, una vez la temporada de playas entra en su recta final, con la finalidad de perjudicar lo menos posible a los residentes. El presupuesto asciende a 1.563.112 euros, más 326.253 euros en concepto de la aplicación del IVA. En total, serán sustituidos 6.522 metros de cañerías que tienen la particularidad que contienen amianto, un material altamente peligroso en determinadas circunstancias y prohibido desde los años 90 a causa de su alta toxicidad. Las obras se iniciarán un año después de lo que estaba previsto. La sustitución de las cañerías de fibrocemento redundará de manera positiva en la reducción de escapes, ya que el rendimiento de la red no es del cien por cien a causa de roturas y por el envejecimiento de las cañerías. Unos 360 hogares de Cala Romana tienen contratado el suministro de agua con Ematsa.