El arzobispo de Tarragona duda de que haya voluntad de diálogo político

El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha denunciado que «la falta de acuerdos en la política nos ha llevado a vivir en un país dividido» y se ha preguntado: «¿Hay voluntad de diálogo humilde y sincero, con capacidad de renuncia por parte de todos y con el propósito de sabernos perdonar las ofensas?».

Planellas, que es el presidente de Conferencia Episcopal Tarraconense, ha presidido este lunes en la catedral de Tarragona su primera celebración de la patrona de la ciudad, Santa Tecla, y ha leído una extensa homilía en la que ha advertido que «son muchas las tormentas que asolan las costas de este nuestro mar latino, son muchas las tormentas en la vida de nuestra querida tierra».

«La falta de acuerdos en la política nos ha llevado a vivir en un país dividido. Además, ahora, asomados a unas nuevas elecciones, se siguen aplazando los problemas y las grandes cuestiones sociales y materiales que se tendrían que afrontar de forma urgente», ha lamentado Planellas.

«Y yo me pregunto: ¿Hay voluntad de diálogo humilde y sincero, con capacidad de renuncia por parte de todos y con el propósito de sabernos perdonar las ofensas? ¿Hay voluntad de respeto mutuo, reconociendo los derechos y los deberes legítimos que, incluso, venden apoyados por la misma Doctrina Social de la Iglesia?», se ha preguntado el prelado.

Planellas también se ha cuestionado si «¿hay voluntad de saber escuchar al otro, al que no piensa como yo, sabiendo que, como afirma el Papa Francesc, escuchar es más que oír?».

En su homilía, el arzobispo también ha alertado sobre «el drama de la inmigración» y ha enfatizado sobre la llegada de los menores inmigrados «que han conseguido llegar a nuestras playas, pero que son abandonados sin ningún tipo de orientación y ayuda, y que agravan el problema de los sin techo, de aquellos que deambulan por nuestras calles y plazas, después de una vida rasgada».

Según el arzobispo, «otra tormenta es la precariedad laboral de nuestros jóvenes y el paro que afecta especialmente la gente sencilla de nuestros barrios, con una bajada generalizada de sueldos y con contratos a tiempo parcial y sumamente precarios».

Para Planellas, «otra plaga es la crecida de las diversas formas de dependencia entre los jóvenes, con el uso y abuso de sustancias estupefacientes, con el abuso de alcohol, con problemas de anorexia o bulimia, con problemas de ludopatía o de adicción en Internet».

El arzobispo también considera «una plaga la violencia contra las mujeres y contra nuestros niños y los no nacidos, que son los más vulnerables» y recuerda que, según datos de la ONU, más del 25% de las personas afirman que han sido víctimas de abusos sexuales durante su infancia.