Protesta
Tarragona y Reus se manifiestan en contra de las detenciones y encarcelamiento de los CDR
El juez de la Audiencia Nacional ha decidido poner en prisión a los siete detenidos el lunes en la Operación Judas
Un coche saliendo de la comisaría de la Policía Nacional en Tarragona haciendo sónar el himno español con la mirada de complicidad de dos agentes haciendo patrulla, a pocos metros de la manifestación por la libertad de los presos políticos. Esta podría ser una de las imágenes sintomáticas del momento concreto del contexto político, después de que este jueves el juez de la Audiencia Nacional decidiera poner en prisión a los siete detenidos lunes en la Operación Judas.
Y es que hoy la plaza Imperial Tàrraco, delante de la Subdelegación del gobierno, ha vuelto a ser sitio de encuentro para los soberanistas para rechazar la actuación policial y judicial contra los Comités de Defensa de la República (CDR). El cántico más reclamado, «Presos políticos libertad» y, ante la pregunta sobre si ir a la plaza de la Font o a la Comandancia de la Guardia Civil, algunos han gritado fuerte «¡la Guardia Civil!». «Si no teníamos bastantes presos políticos, ahora tenemos unos cuantos más», se lamentaba uno de los convocantes.
Mientras tanto, los Mossos d'Esquadra vigilaban con un cordón la sede provincial del gobierno español. Ellos también han recibido la rabia de los manifestantes: «¡No os merezcáis la bandera que lleváis!», gritaban. A pesar de eso, tanto la concentración como la marcha se ha desarrollado sin incidentes, excepto el inicio, cuando un conductor se ha enfrentado a los concentrados después de que la Guardia Urbana no cortara el tránsito rodado. El hombre se ha marchado con la llegada de los Mossos d'Esquadra.
La manifestación ha salido una vez pasado el primer cuarto de hora en dirección a las dependencias de la Guardia Civil, pero no ha podido ir más allá del parque Francolí por el cordón de la policía autonómica.
Aparte de la manifestación de Tarragona, que ha reunido a unas trescientas personas, la plaza Mercadal de Reus también ha acogido otra convocatoria. Esta ha sido un pelo más numerosa, alrededor de quinientas, y al acabar los parlamentos han recorrido los arrabales.