Diari Més

Ayuntamiento

El alcalde Ricomà no sabe qué hacer con un Senado de Tarragona que sigue vigente

Varios senadores consultados por esta redacción valoran de manera positiva su función y consideran que no se tendría que disolver

Visita de varios miembros del Senado en el Campus Sescelades de la URV y en la sede del IPHES, el 15 de marzo del 2014.

El alcalde Ricomà no sabe qué hacer con un Senado de Tarragona que sigue vigenteCedida

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El Senado de Tarragona vive horas de infancia. Aunque está vigente, el alcalde Pau Ricomà está valorando si lo mantiene activo o, al contrario, decide su disolución. Senadores consultados por esta redacción consideran que es un órgano de asesoramiento positivo, formado por personas de diferentes ámbitos de la sociedad tarraconense que pueden aportar sugerencias interesantes para la ciudad, y apuestan por que Ricomà lo mantenga operativo. Fuentes del Ayuntamiento informaron ayer de que el alcalde estudiará qué hacer con este ente. Entre otras actividades, sus miembros pudieron visitar las obras de reforma del Mercat Central y la construcción de la Anilla Mediterránea, y asistir a reuniones para abordar temáticas sobre la ciudad, como la red ferroviaria, y hacer aportaciones.

El Senado de Tarragona se creó en la sesión del pleno del Ayuntamiento celebrado el 26 de junio del 2008, a propuesta del alcalde Josep Fèlix Ballesteros. El objetivo era generar un órgano consultivo y de opinión para asesorar al alcalde en ámbitos que beneficien la proyección de la ciudad, así como su planificación de futuro. Inicialmente, lo formaron cerca de cuarenta personas, entre pretores –senadores residentes en Tarragona- y legados –no residentes pero vinculados a la ciudad. Desde la creación, tres cuartas partes de los senadores han sido escogidos por el alcalde y el resto a propuesta de entidades ciudadanas. La normativa aprobada establece que cada tres años se tiene que renovar el 25 por ciento de sus miembros.

El ente no siempre ha sido una baza de aceite. A raíz del posicionamiento del alcalde Ballesteros el 1 de octubre del 2017, fecha en que se celebró el referéndum, diferentes personalidades abandonaron el Senado. Entre otros, emprendieron el camino de salida el barítono Àngel Ódena, el periodista Frederic Porta, la psicóloga Marina Robert, el doctor Josep Maria Solé Poblet, la docente de la URV Joana Zaragoza o la presidenta del Esbart de Santa Tecla Rosa Llorach. En este último caso, Llorach argumentó su dimisión por carta dirigida al alcalde Ballesteros, «por los hechos ocurridos en nuestra ciudad el pasado 1 de octubre de 2017 y la nula respuesta del Consistorio que usted preside». Por su parte, Robert lamentó que el bajo número de reuniones del Senado y dijo que «llega un punto que desistes y vas dejando de asistir de forma discreta y sin abrir boca».

Buqueras: «Es una buena herramienta»

Josep Maria Buqueras, uno de los senadores que siguen desde el primer día, manifestó a esta redacción que el Senado «es una buena herramienta», pero añadió que «se tendría que saber si el plenario municipal aprobó su creación por unanimidad o por mayoría, ya que en el primero de los casos habría estado con el voto a favor de todos los partidos». Buqueras apuntó que la última notificación que recibió para poder asistir a diferentes actos en calidad de senador fue las recientes fiestas de Santa Tecla, «por lo que pienso que el Senado sigue vigente». «No sé qué hará el equipo de gobierno, pero pienso que el Senado es positivo», dijo, para apuntar que «cuando se hizo pensaba que sería más operativo y eficaz, porque ha habido cosas que se han programado y no se han hecho». En este contexto, Buqueras puntualizó que «a veces los senadores planteaban cuestiones que no puede controlar el Ayuntamiento, como los precios de los taxis de Tarragona». El senador remarcó que «en el fondo, el espíritu estaba muy bien, porque gente de Tarragona que vive fuera podía aportar ideas de proyectos que se han hecho en otras ciudades».

El también senador Pere Joan Salas explicó que hace sólo unos días «me encontré al alcalde, le pregunté por el Senado y me dijo que lo estaba estudiando». «Pienso –añadió– que todos los senadores queremos que continúe, porque es una forma de participar que tiene la sociedad civil». Salas destacó la importancia de «poder asesorar al alcalde y dar voz a los ciudadanos».

El entrenador del CBT y actual concejal del Ayuntamiento, Berni Álvarez, también forma parte del Senado. Álvarez coincide con otros senadores en el hecho de que el ente «es positivo, un órgano en que la gente participa de manera altruista». «No sé si seguirá vigente, porque como senador nadie me ha comunicado nada» en el sentido si se mantendrá vigente o será disuelto. Según su opinión, «tendría que mantenerse para que la gente pueda mostrar sus inquietudes». Álvarez también considera que «sería una equivocación que no siguiera vigente».

Por su parte, el arquitecto Xavier Climent dijo que «es una herramienta que quizás tendría que ser más ágil, pero es positiva». «Si el alcalde piensa que, como senadores, lo podemos ayudar, perfecto», añadió. Hasta ahora, «a pesar de no ser vinculante, el alcalde siempre tomaba nota y tenía en cuenta nuestras opiniones, y había propuestas que llegaban, a pesar de que no de manera inmediata». Climent afirmó que el Senado «es una manera de conectar con diferentes sectores de la sociedad».

tracking