La URV lanza el reto de transformar el modelo energético de la Catalunya Sud

La Universitat Rovira i Virgili (URV) ha sido el punto de encuentro de diferentes iniciativas medio ambientales y energéticas de la Catalunya Sud en el cierre de las jornadas Emergència climàtica i transició energètica. Han sido las primeras de estas características organizadas por una universidad del Estado y han servido para lanzar el reto de transformar el modelo energético de las Terres de l'Ebre y del Camp de Tarragona, así como poner en valor el potencial del territorio. En el encuentro han participado científicos, técnicos de diferentes ámbitos, empresarios, políticos o representantes sindicales, que han aportado diferentes puntos de vista sobre como|cómo se tiene que afrontar el cambio climático en un territorio que sufrirá mucho las consecuencias.

En el debate se han planteado diferentes «misiones» para llevar a cabo en el futuro, como llevar a la Ribera d'Ebre una fábrica de baterías de nueva generación que permita reactivar el tejido industrial de la comarca, antes de que de aquí unos años cierren las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs. También se ha hablado de fomentar el cooperativismo energético entre ciudadanos.

Una de las conclusiones a las cuales se ha llegado es que cualquier acción que se realice tendrá que ser a partir de unir esfuerzos entre diferentes actores, un hecho que supone un cambio respecto de la manera tradicional de hacer las cosas. En este sentido, el vicerrector de la URV, Francesc Díaz, ha apuntado que si desde el territorio salen iniciativas potentes que se basen en la gestión propia de la energía, los políticos no se pueden negar.

Con el fin de impulsar iniciativas de este tipo en las Terres de l'Ebre, la rectora de la URV, María José Figueras, ha adelantado que con la Diputació de Tarragona presentarán propuestas a las convocatorias de los Proyectos de especialización y competitividad territorial (PECT) con el fin de obtener financiación. Por otra parte, Figueras ha expresado su satisfacción por el buen funcionamiento de las jornadas y por haber atraído a más de un centenar de personas, y ha dejado la puerta abierta a organizar una segunda edición.