Investigación
Un estudio afirma que la dieta mediterránea es la más sostenible a nivel de emisiones de gases de efecto invernadero
La investigadora Marta G. Rivera defiende en una ponencia en la URV que hay que frenar el abandono rural
Un estudio elaborado por la investigadora del International Panel of Climate Change (IPCC), Marta G. Rivera, apunta que la dieta mediterránea es la más sostenible y eficiente a nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. En su ponencia a las jornadas Emergencia climática y transición energética organizadas por la Universitat Rovira i Virgili (URV), Rivera ha defendido que entre el 8% y el 10% de las emisiones de estos gases tienen que ver con el despilfarro alimenticio. Rivera ha expuesto el estudio titulado El cambio climático y la tierra, y ha señalado que si se consiguen reducir estos sobrantes habrá más tierra que se podrá dedicar a usos como la bioenergía y la reforestación. Rivera también ha defendido que es «básico» frenar el abandono rural, ya que el suelo cultivado permite capturar CO2, reducir incendios forestales y redistribuir la población.
La investigadora ha concretado que la agricultura y los usos de la tierra suponen el 23% de los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera, si bien la tierra por sí misma también tiene capacidad de absorber una parte. Según ella, los motivos que hacen que la agricultura genere cambio climático son la producción agraria, nuestra dieta y el despilfarro alimenticio.
Rivera ha apuntado que «no se tiene que dejar de consumir carne» con el fin de frenar el cambio climático, en contra de lo que apuntan algunas tendencias. La ponente ha afirmado que la ganadería tiene un impacto importante en la emisión de gases contaminantes, pero que según el tipo de ganadería las consecuencias son diferentes. Así, ha concretado que en la extensiva, el 44% de los gases que se emiten son de metano, vinculados a animales rumiantes, como vacas, bueyes y cabras. Con todo ha indicado que el metano tiene una capacidad de generar calentamiento global casi 300 veces superior al CO2, pero que en cambio tan sólo dura a la atmósfera 10 años, mientras que el CO2 se priva siglos. Sin embargo, ha expresado que más del 70% del consumo de carne mundial es de pollo y de cerdo.
En esta línea también ha hecho referencia al despilfarro alimenticio y ha dicho que entre el 5% y el 10% del total de emisiones de gases de efecto invernadero tienen que ver con la transformación alimenticia, especialmente con respecto al transporte de alimentos. Por Rivera, se consumen muchos productos de otros lugares del mundo que integramos en la dieta y hay que cambiar hacia dietas más sostenibles y saludables. En este sentido ha afirmado que la mediterránea es la más sostenible, por encima incluso de la vegana o la vegetariana.