La Associació de Veïns La Unió, en contra del centro de culto islámico

La Associació de Veïns La Unióde Veïns de Sant Pere i Sant Pau se posicionó ayer en contra de la instauración de un centro de culto de la Comunidad Islámica Assalam en el Edificio Sant Andreu del barrio después de que el Ayuntamiento aprobara inicialmente su implantación.

En declaraciones a Diari Més, el presidente de la entidad vecinal, Gabriel Muniesa, defendió que «la mayor parte de los vecinos no están a favor» y que, por lo tanto, la Unió los apoyará. Muniesa explicó también que «hay una ordenanza municipal del 2015 que no permite instalar centros de culto en zonas residenciales si estos pueden afectar a la convivencia de los vecinos y, en este caso, afecta».

«Los vecinos están planeando boicotear actos de la mezquita si en un futuro se acaba instalando aquí, como ponerse a tocar el claxon del coche mientras estén rezando», explicó Muniesa. «De todos modos he tratado de tranquilizarlos y nuestro plan se basará en presentar alegaciones durante este periodo y buscar el apoyo de grupos políticos», añadió el presidente de la entidad. Según Muniesa, los vecinos no tendrían ningún problema en qué se instalara una escuela para que los niños fueran a aprender árabe o a hacer clases de repaso, el problema recae en el hecho que «si van a rezar, pueden provocar molestias a la comunidad de vecinos como mucho ruido o complicaciones en el aparcamiento de la zona si muchos vienen en coche». Muniesa, que destacó que como asociación vecinal tiene que estar al lado de los vecinos, aseguró también que, si no reciben el apoyo necesario de partidos políticos para evitar la implantación de este centro de culto y el proyecto acaba saliendo adelante, organizarán una manifestación, siempre «evitando que se añadan grupos radicales y de la manera más pacífica».

Todo eso después de que se conociera que el Ayuntamiento aprobó inicialmente la instauración de este centro de culto en el barrio de Sant Pere i Sant Pau. La Comunidad Islámica Assalam ya presentó un proyecto el pasado enero, pero fue rechazado por el consistorio porque no cumplía las normas urbanísticas: el local no tenía un acceso directo desde la calle, y se tenía que entrar al local pasando por zonas comunes del edificio, en la calle Miquel Servet. Fue entonces cuando la comunidad islámica buscó una solución alternativa, que sí que cumpliera los requerimientos del Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM).

Desde que se conoció la primera iniciativa, diferentes vecinos del barrio salieron a la calle a manifestarse, tanto a favor como en contra. También se puso en marcha una recogida de firmas en contra del centro de culto islámico, que recogió 890 en 12 horas. La manifestación contraria a la mezquita, que nadie la reivindicó pero fue publicitada por un miembro de una organganització de ultraderecha, no provocó incidentes. Las dos asociaciones de vecinos del barrio, la AVV La Unió y la AVV Sant Pere i Sant Pau, propusieron a la Comunidad Islámica Assalam que utilizaran una sala del centro cívico como espacio de culto, pero decidieron buscar un local alternativo.