Enfrentamientos entre policía y manifestantes después del acto de ANC y Òmnium en Tarragona

Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional cargaron ayer contra los manifestantes ante|delante de la subdelegación del gobierno español en la plaza Imperial Tarraco de Tarragona. Todo había ido como una seda en el acto previo, la sentada con velas. Pero cuando acabó, aunque Joan Reig avisó más de una vez a los asistentes que era la hora de marcharse, un numeroso grupo de jóvenes con la cara tapada empezaron a gritar, silbar y cantar a los Mossos que guardaban las puertas de la subdelegación. La mayor parte de los manifestantes se quedaron en la plaza. Fue entonces cuando los manifestantes de primera línea empezaron a tirar petardos y todo tipo de objetos, de plástico y de cristal, contra los Mossos. Estos recibieron el apoyo de los antidisturbios de la Policía Nacional, al ver que no había ninguna intención por parte de los manifestantes de abandonar la Imperial. Al final de la noche se produjeron, según el recuento hecho al cierre de esta edición, trece detenidos y ocho asistencias sanitarias.

Fue entonces cuando dos chicas entraron en la plaza Imperial Tarraco, justo en el espacio entre la primera línea de manifestantes y los policías en las puertas de la subdelegación, con una bandera de España cada una. Algunos de los manifestantes de delante de todo fueron hacia las dos chicas y después de algún empuje empezaron las cargas. Primero los Mossos contra los manifestantes que habían iniciado los disturbios con las dos provocadoras. Después, también la Nacional, contra los diferentes manifestantes de la plaza: los que estaban a la avenida Lluís Companys, y también contra los que estaban en Marquès de Montoliu.

Con estas cargas, los cuerpos policiales hicieron que la mayor parte de los manifestantes de primera línea fueran retrocediendo hacia la Rambla Nova. Aquí, empezaron a quemar contenedores de la basura y se crearon barricadas. Mientras tanto, tanto Mossos como Policía Nacional siguió cargando con el fin de disolver la masa.

Una vez dispersados los manifestantes del comienzo de la Rambla Nova, estos fueron subiendo, perseguidos por los antidisturbios, hasta el monumento de los castellers. En este punto, los agentes de ambos cuerpos policiales se detuvieron, ante los gritos y los insultos de los manifestantes. Cuando los antidisturbios empezaron a retroceder, los concentrados avanzaron hacia ellos, en dirección a la plaza Imperial Tarraco, con más lanzamientos de todo tipo de objetos. Con el fin de evitar que los manifestantes siguieran Rambla Nova abajo, la Policía Nacional disparó salvas. Así, consiguieron que los jóvenes no continuaran avanzando y disolvieron del todo el primer tramo de la Rambla.

Los manifestantes sin embargo, se dirigieron hacia las puertas del edificio de Hacienda, en el monumento de los Despullats, donde siguieron quemando contenedores y tirando objetos contra los antidisturbios.

Aparte de estos hechos, se produjeron otras protestas a lo largo del día tanto en la ciudad como en el resto del Camp de Tarragona. En Reus, se cortaron las vías para impedir el tráfico de los trenes.

Comunicado de la Moncloa

Dado que los disturbios se produjeron por toda Catalunya, Moncloa hizo un comunicado lamentando los hechos. El gobierno tildó de «minoría» a los protagonistas de los incidentes, a la vez que decía que la violencia está siendo generalizada. «Es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos que utilizan la violencia», añadían. Delante de eso, valoraron positivamente la coordinación policial. «El objetivo del gobierno es y será en todo momento garantizar la seguridad y lo hará si es necesario siguiendo su compromiso, la firmeza, proporcionalidad y la unidad,» concluyeron en el comunicado.