Urbanismo
Un grupo de propietarios recurre la prolongación de la calle Armanyà de Tarragona
Afectados por la actuación urbanística en la zona consideran que lo que propone el Ayuntamiento es inviable económicamente e infringe varias normativas
La prolongación de la calle Armanyà hasta la Baixada del Toro va por el camino de ser polémica, ya que el Ayuntamiento de Tarragona ha previsto que se lleve a cabo mediante un Plan de Actuación Urbanística, el PA-53, lo cual comportará que los propietarios de las fincas afectadas tengan que asumir su coste económico.
El Ayuntamiento renunció a expropiar las fincas, ya que no está previsto en el POUM de Tarragona y, además, no hay partida presupuestaria, para eso y prefirió utilizar la fórmula del plan de actuación. Todo el coste económico va a cargo de los propietarios y a cambio el Ayuntamiento los compensa con edificabilidad en un terreno de la fachada de la Baixada del Toro. A los cuatro propietarios se les permitirá elevar un edificio de siete plantas, ático incluido, lo cual ofrece la posibilidad de construir 20 pisos, de los cuales dos tendrán que ir a parar al Ayuntamiento, como compensación del polígono de actuación, que posteriormente tendrán que ser compradas de nuevo por la junta de compensación que se cree a precio de mercado.
Recurren la decisión
Las personas que recurrirán el plan consideran que es económicamente inviable y que no se ajusta a numerosas normativas. Entre ellas, incumple las condiciones de protección que el catálogo del patrimonio del POUM tiene para esta zona, en las cuales se superponen hasta cuatro protecciones y que el PA-53 omite.
También incumple, según estos propietarios, la Ley de Costas y su reglamento, ya que el PA-53 se encuentra dentro de los 500 metros de afectación de esta ley, que impide que se generen pantallas arquitectónicas y que una pericial encargada por ellos demuestra que el edificio de siete plantas que resultaría de esta operación representará una gran pantalla arquitectónica que afectará las visuales de muchas edificaciones y viviendas e, incluso, de un hotel.
Atenta, afecta e incumple
Asimismo, consideran que todo este plan atenta, afecta e incumple varias previsiones del Catálogo de Patrimonio del POUM de Tarragona, ya que destruirá tres edificios de la Baixada del Toro, que representan una de las tramas urbanas más antiguas de la zona y que todos los planeamientos, desde 1983, han protegido.
Curiosamente, el nuevo tramo que se quiere construir sería de doble dirección, cuando la calle Armanyà tan sólo es de una y de sentido inverso en la Baixada del Toro. Un buen tramo de esta calle ha sido convertido en zona de peatones, por lo cual no se entiende por qué se quiere abrir ahora esta calle, cuando habría sido más factible hacer un vial para los peatones que no implicara tantos problemas y, de esta manera, se evitaría enviar tránsito rodado una calle, la Baixada del Toro, que sólo mujer servicio a la salida del aparcamiento de la Rambla Nueva y a la cual desemboca la pasarela para los peatones de acceso al paseo marítimo.