La Escola de Rem del Nàutic recupera seis botes entre cañas delante de la Pineda

La tormenta del pasado martes por la noche causó graves daños en las instalaciones de la Escola de Rem del Reial Club Nàutic de Tarragona, localizada en el tramo final del río Francolí. La gran cantidad de agua que bajó, acompañada de demasiada arbórea, arrancó el embarcadero, rompió tres embarcaciones y arrastró mar adentro seis botes destinados a la iniciación a este deporte. El entrenador Alejandro Dimidi relató a esta redacción que encontraron los botes «en el dique de Vila-seca, a unos tres kilómetros y medio de distancia». El miércoles, personal de la Autoridad Portuaria y remolcadores de Renave localizaron los botes parcialmente ocultos por una enorme cantidad de cañas y otras especies arbóreas que se acumularon en la playa de la Pineda.

Dimini y el también entrenador de la Escola de Rem Borja Rueda dedicaron buena parte de la jornada de ayer a rescatar los botes. A media tarde las embarcaciones ya se encontraban en tierra, a punto de ser trasladadas en vehículo hasta las instalaciones del Club Nàutic. «Es desolador», dijo Dimidi, muy afectado por las consecuencias de la tormenta en el lugar habitual de entrenamiento de los remeros tarraconenses.

Dimidi explicó que la noche de la tormenta «nos marchamos de la escuela a las 8 de la tarde y el lecho del río estaba bajo, pero una hora más tarde me llamaron para decirme que el agua llegaba a la parte superior del puente: no me lo podía creer». Al día siguiente «comprobamos que algunas embarcaciones que teníamos en tierra habían desaparecido y otras aparecieron rotas por la fuerza del agua». Los seis botes recuperados ayer en la Pineda «son de iniciación» y los que más recibieron «son de más calidad y hace muchos años que están en el club».

Valoración de daños

Alejandro Dimidi dedicará la jornada de hoy viernes a evaluar las pérdidas ocasionadas por la riada. Los daños más importantes se derivan de los destrozos ocasionados en el embarcadero. «Hoy por hoy no sabemos si se podrá arreglar o si se tendrá que poner uno nuevo», dijo. Mientras tanto no se encuentra una solución, «necesitaríamos tener uno provisional cuanto antes posible y también hablaremos con el Ayuntamiento para que nos deje llevar a los alumnos a las piscinas municipales como la del Serrallo». La nueva situación «nos obliga a replanificar los entrenamientos» dijo el entrenador. «Es como si nos hubiéramos cortado las piernas porque necesitamos el embarcadero para poder hacer nuestro deporte». «Estoy convencido que la Autoridad Portuaria nos echará una mano, como hizo hace un año cuando dragó el río para poder disponer de más profundidad», dijo.

Un antiguo remero del club visitó ayer tarde la Escola de Rem. Alfredo Pons dijo que «tenía once años cuando empecé a entrenar y la embarcación que utilizaba era una de las que el agua ha roto». «He pasado muchas horas en este bote y espero que todo vuelva a la normalidad cuanto antes mejor», comentó.