El Ayuntamiento de Tarragona suspende la aprobación definitiva del plan de Parcelas Iborra

La Junta de Gobierno Local suspendió la aprobación definitiva del proyecto de urbanización de las Parcelas Iborra, en la reunión celebrada el pasado viernes, «en razón de defectos enmendables». La pasada primavera un elevado número de vecinos de la zona presentaron alegaciones al proyecto, en disconformidad con diferentes aspectos, como a quien tiene que asumir el coste de la construcción de servicios como el alcantarillado o el alumbrado, o la aportación económica que tendrá que hacer cada propietario.

El presidente de la Junta de Cooperación, Jordi Turmo, manifestó ayer domingo en esta redacción que desconocía la decisión adoptada por la Junta de Gobierno Local y comentó que espera que «nos la notifiquen por escrito». El proyecto urbanístico afecta una amplia zona donde hace muchos años se construyeron casas, localizada entre la Ermita de la Salut y la Valls de l'Arrabassada, en las poximitats de las instalaciones deportivas del Club Gimnàstic.

Turmo apuntó que «hace un par de semanas nos reunimos con el concejal de Territorio –Xavi Puig– y técnicos municipales, «nos dijeron estaban estudiando las alegaciones y que preparaban un escrito». «Nos aseguraron que cambiarían algunas cosas», afirmó. El proyecto prevé la ampliación de calles y la habilitación de espacio para la construcción de entre 50 y 75 viviendas, y la ordenación urbanística de esta zona de la ciudad que, en el futuro, enlazará con el barrio de la Vall de l'Arrabassada.

Turmo recordó que, entre las muchas alegaciones presentadas, «por unas 25 o 30 personas», hay «temas económicos como el hecho de que pensamos que el reparto de costes tiene que ser más justo». Estos vecinos también se muestran disconformes con el hecho de que «consideramos que nosotros no tenemos que pagar todo el proyecto con respecto a la ampliación de la red de alcantarillado, agua o luz, entre otros.» Si la decisión de suspender la aprobación definitiva del proyecto «es porque se tienen que revisar algunas cosas, entonces estamos de acuerdo, pero no disponemos de la información», insistió el presidente de la Junta de Cooperación.

La intervención urbanística en las Parcelas Iborra bien de lejos, pero no fue hasta mediados del año pasado que se empezó a ver la luz a la salida del túnel. No obstante, el proyecto del Ayuntamiento levantó una fuerte polémica entre dos sectores de la zona, los partidarios del proyecto y aquellos que discrepaban. «La reparcelación sólo favorece a los grandes propietarios y en el resto nos empobrecerá», denunciaba uno de los afectados, Jordi Turmo, al actual presidente de la Junta de Cooperación, el mes de junio del año pasado.

El entonces concejal de Urbanismo, el socialista Josep Maria Milà, informaba de que la urbanización de este espacio tendría un presupuesto aproximado de 2,8 millones de euros, que se repartirán entre los propietarios de las diferentes fincas según el tamaño de estas. «La aprobación definitiva de la urbanización de las Parcelas Iborra llegará después del verano», decía Milán, quien recordó que el proyecto ya se aprobó inicialmente en el 2011.

El mes de mayo pasado el ahora presidente de la Junta de Cooperación argumentó que «los propietarios de parcelas de unos 400 metros cuadrados tendrán que pagar por término medio 30.000 euros para la urbanización, mientras que en los de las mayores les saldrá entre 300.000 y 400.000 euros, con la gran diferencia que podrán hacer negocio, ya que podrán construir hasta 24 viviendas.»