Una tarraconense es la imagen de marca de la séptima aerolínea del mundo

Hace poco más de dos años Sílvia de Haro era profesora de danza y había trabajado de contable en una empresa que cerró. Actualmente, es azafata de cabina de China Eastern Airlines, la séptima compañía del mundo y segunda del país asiático, y se ha convertido en la imagen de la marca. Su vida empezó a cambiar la primavera del 2017 cuando Carles Ferré, director del Centro de Estudios Aeronáuticos (CEAE), con sede en la calle Eivissa de Tarragona y homologada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, dependiente del Ministerio de Fomento, se puso en contacto con ella porque pensaba que cumplía todas las características para realizar el curso, después de ver sucurrículum en Infojobs.

La compañía china se fijó en ella y, poco después de aprobar los exámenes, viajó tres meses al país asiático para hacer un curso de preparación que superó. Sus conocimientos del mundo de la danza la han ayudado a abrirse camino en esta empresa que tiene una flota de 720 aviones y una plantilla de 12.000 trabajadores. No hay fiesta que organice la compañía, como la de su quincuagésimo aniversario, en que no participe en los espectáculos de danza.

De Haro ha comentado a esta redacción que «el hecho de asistir a actos es siempre un placer, te da la oportunidad de introducirte un poquito más en la cultura china, su manera de hacer y, también, conocer gente muy agradable». La tarraconense dijo que «a los chinos les gustan mucho las galas con música, danza e interpretación en directo, y hacen muchas durante el año por muchos motivos, como jubilaciones, el día de la mujer trabajadora o aniversarios del Partido Comunista, y está en estas actividades donde me piden que baile».

De Haro recuerda que hizo el curso de azafata de cabina «entre en abril y en julio del 2017 a la CEAE de Tarragona y, un par de semanas antes de los exámenes de AESA, el director del centro nos comentó que ya podíamos yendo entregando CV a las compañías». «Las primeras que se interesaron fueron China Eastern Airlines, la que escogí, y Catar Airlines, pero tenía muy claro que no me veía viviendo en Doha», apuntó. Actualmente, «hago la ruta Madrid-Shanghai», dijo, y «mi vida se mueve, sobre todo, entre estas ciudades y Cambrils».

Después de más de dos años residiendo en Shanghai, De Haro considera que esta «es una buena ciudad, donde el clima es el mismo que el de nuestra casa y, como es muy grande, te encuentras de todo, zonas de interés culturales, muchísimos centros comerciales y la zona financiera, Pudong, que es muy atractiva desde el punto de vista arquitectónico por la diversidad de rascacielos que hay».

De Haro quita importancia al hecho de que en las imágenes promocionales de la compañía ella aparezca en un plano predominante y sea la única trabajadora no china. «Como he dicho, les gusta mucho el hecho de que sea bailarina», dijo. Ahora, De Haro puede hacer realidad uno de los objetivos que se fijó cuando decidió hacer los estudios de azafata de cabina, cómo era «poder compaginar la danza con una nueva profesión». La propuesta que le hizo Ferré no sólo comportó a De Haro dar un paso de gigante profesional, sino que contribuyó a abrir una puerta inesperada en su vida que, desde que hizo el curso de azafata de cabina ha visto cómo se le han abierto muchas puertas más en la compañía china.