Las reliquias de santa Bernardeta han visitado Tarragona y Reus

Tarragona y Reus acogieron durante estos días las reliquias de santa Bernardeta, la pastora gascona a la cual supuestamente se le apareció la virgen de Lourdes en 1858 en una cueva que ahora es lugar de multitudinarios peregrinajes. Las reliquias se expusieron a la catedral de Tarragona, a la iglesia Sant Antoni de Padua y a la iglesia de Sant Francesc de Asís durante el día 1, festividad de Todos los Santos, mientras que en Reus se pudieron visitar en la iglesia de la Puríssima San durante el sábado día 2.

El motivo es la celebración del Año de Santa Bernardeta, en el 175.º aniversario de su nacimiento y el 140.º de su muerte. El objetivo de facilitar la visita a las reliquias es «acercar la figura de esta santa a todas aquellas personas que por varias circunstancias no pueden pelegrinar en el Santuario de Lourdes», según informó el Arzobispado de Tarragona.

Ayer las reliquias fueron trasladadas a la catedral de Terrassa y martes viajarán a la sede catedralicia de Barcelona. Según informó el Arzobispado de Barcelona, las reliquias de la santa están viajando por toda España antes de volver a Francia.

Bernardeta Soubirous fue una pastora gascona que manifestó que había tenido una serie de apariciones marianas en febrero de 1858 cuándo había ido a recoger leña cerca de la cueva denominada Massavièlha, al lado del río Gave, y, después de su muerte, la Iglesia católica dio credibilidad a los milagros y las visiones, aunque la proclamó santa no por sus visiones sino por como vivió a partir de ellas. El 12 de junio de 1925 fue beatificada y ocho años más tarde, el 8 de diciembre de 1933, fue canonizada por Pío XI como Santa Bernardeta de Lourdes.

Las reliquias que se conservan de Bernardeta Soubirous son la quinta y la sexta costilla del lado derecho; fragmentos del diafragma y del hígado; dos rótulas y dos fragmentos musculares, que han estado viajando por toda la península y que después de Barcelona se trasladarán a Sant Feliu de Llobregat.

El tour empezó en la frontera francesa y ha ido recorriendo las capitales de España en un círculo irregular que empezó por el oeste, pasa por el litoral mediterráneo y acaba adentrándose en algunas zonas del interior. La primera de las tres exhumaciones del cuerpo de Bernardeta estuvo 30 años después de su muerte y, según los testigos , al abrir el sarcófago el cuerpo estaba prácticamente intacto.