Territori dice que detectó concentraciones mínimas de amoníaco por el incendio de Miasa

El Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya afirma que, de todas las medidas de contaminantes llevadas a cabo a raíz del incendio que quemó una nave industrial de la empresa Miasa del polígono Entrevías de Tarragona el pasado 7 de julio, «únicamente se han detectado concentraciones mínimas de NH3 (amoníaco) en 2-4 ppm a una distancia de cien metros en el sur de la planta». Territori puntualiza, por otra parte, que los primeros síntomas de afectación por este contaminante se producen a partir de 220 ppm. Durante el episodio del incendio, según el departamento de Territori, las cabinas de calidad del aire de la zona de la Red de Vigilancia y Prevención de la Contaminación Atmosférica tampoco detectaron ninguna afectación.

De esta manera es como responde el Gobierno catalán a una pregunta parlamentaria formulada por el grupo d'En Comú Podem en la cual se insta al ejecutivo a responder sobre los productos que había en el almacén de la fábrica en el momento del incendio. En este sentido, el departamento de Territori responde de que todavía se están investigando las cantidades y los productos concretos que había dentro de la planta cuando se declaró el fuego. Afirma que el establecimiento «está registrado para poder almacenar hasta 1.685 m3 de productos inflamables, 700 m3 de corrosivos, 10 m3 de nocivos y 70 m3 de peróxidos». Sólo explica de forma genérica qué tipo de productos había entonces. «En el momento del accidente habían almacenados en la nave 1 que se incendió diferentes productos: puedes de aerosoles de varias sustancias y para varias utilidades (pinturas...), mecheros de gas de bolsillo, bidones de diferentes productos (detergentes para uso industrial, alcoholes...), botellas pequeñas de desinfectantes para quirófanos, etcétera», asegura el gobierno.

No afectó a la depuradora

Por otra parte, EMATSA (Empresa Municipal Mixta de Aguas de Tarragona) ha descartado que el incendio en Miasa fuera la causa del incidente que se produjo la misma madrugada del 7 de julio en la depuradora de aguas residuales de Tarragona Sur. Así respondió EMATSA al requerimiento hecho por la entidad Madre Terra Fundación Mediterránea sobre los resultados de la investigación que realizó la empresa al detectar espuma en una de las balsas que intervienen en el proceso de depuración de las aguas residuales urbanas y que afectó a los microorganismos depuradores del reactor biológico. «De las investigaciones llevadas a cabo, para intentar clarificar lo que pudo afectar al proceso de la depuradora la madrugada del domingo 7 de julio, se consideró que en el influyente había una carga orgánica anormalmente elevada que era biodegradable para el reactor biológico. Por otra parte, en el efluente de la depuradora no había presencia de productos químicos o cenizas contaminadas que pudieran afectar al medio», respondió EMATSA a Mare Terra.

El presidente de la entidad ecologista, Ángel Juárez, reaccionaba a la respuesta de Territori diciendo que «las fuentes oficiales son las que son; EMATSA nos dijo que no había nada y ahora, el Gobierno dice que había amoníaco, ni que esté en muy pequeñas cantidades». «No tenemos muestras para hacer nuestros propios análisis independientes y siempre nos quedará la duda», añadía.