Judicial
Acuerdan el internamiento psiquiátrico del 'pistolero de Gavà' por el crimen de Miami Platja
El hombre se mantiene ingresado en Brians 1 por los casos de Vilanova y de Gavà
La Audiencia de Tarragona ha cerrado la última causa judicial pendiente de Jorge Casas Cordero, más conocido como el 'pistolero de Gavà', que en 2017 acabó con la vida de tres personas en una semana. La defensa, la fiscalía y la acusación particular han sellado este miércoles un acuerdo por la muerte a tiros del ex suegro en Miami Platja, en Mont-roig del Camp. El tribunal ha absuelto al hombre de un delito de asesinato con alevosía porque concurre la eximente completa de trastorno mental y ha acordado su internamiento en centro psiquiátrico durante 25 años. Se trata de la misma medida que ya fijó la Audiencia de Barcelona por los casos de Vilanova i la Geltrú y de Gavà, por cada uno de ellos cumple 40 años de internamiento en Brians 1.
La sentencia, que ya es firme, también prevé diez años de privación de licencia o permiso de armas y diez años más de libertad vigilada una vez salga del centro psiquiátrico. Además, tendrá que indemnizar a los familiares con 400.000 euros: 180.000 euros para la viuda, 130.000 euros para la hija que convivía con la víctima y 100.000 euros para el otro hijo del hombre. El tribunal también impone al pistolero los costes judiciales, incluidos los de la acusación particular.
A preguntas del magistrado, el acusado ha respondido que entendía las condiciones del pacto de conformidad y que aceptaba el contenido. Además, también ha manifestado que se mantiene bajo tratamiento y que ahora se encuentra «mejor». El juez ha apuntado que, si presenta una evolución positiva de su trastorno, la medida de internamiento se podría acortar. Técnicamente, sin embargo, los años son acumulativos -entre los tres casos suben a 100-, pero la ley no permite internamientos superiores a cuatro décadas.
Tres muertes en una semana
A final de junio del 2017, Jorge Casas Cordero disparó contra dos empleados de un pequeño restaurante de la zona marítima de Vilanova i la Geltrú (Garraf). Fruto del suceso, murió un camarero, mientras que la propietaria del local resultó herida.
Tres días después, el 2 de julio del 2017, el hombre mató al padre de su expareja -una mujer con quién había estado entre los años 2005 y 2011. Hacia las tres de la tarde, accedió a la vivienda que su exsuegro tenía en Miami Platja, en Mont-roig del Camp.
Cuando los dos estaban en la cocina, el pistolero le disparó con un rifle que llevaba, a una distancia de menos de 80 centímetros, de repente y por sorpresa, sin que la víctima -que se encontraba arrodillada- pudiera hacer nada para defenderse. El tiro produjo la muerte casi inmediata a la víctima, que tenía 63 años, mientras el agresor huyó del lugar de los hechos.
El 6 de julio del 2017, el hombre acudió al tanatorio de Gavà, donde se estaba celebrando el velatorio y funeral de la víctima que había muerto cuatro días antes en Mont-roig. Una vez allí, disparó contra dos policías locales, uno de los cuales murió y el otro quedó herido grave. El pistolero llevaba el mismo rifle y la misma munición con el que mató al ex suegro, y fue detenido horas después en Canyelles.
Al día siguiente, los Mossos registraron el domicilio que el acusado tiene en este municipio del Garraf y encontraron numerosas cajas de munición, una defensa eléctrica, seis flechas, dos machetes y dos navajas. Según la sentencia, en el momento de los hechos el hombre tenía licencia administrativa para utilizar el rifle que llevaba, pero sufría un trastorno delirante que afectó «de manera clara y decisiva» su cognición, juicio, razonamiento y voluntad.
El hombre creía que su vida corría peligro
El abogado de Casas, Ramon Martínez, ha explicado que el «trastorno delirante de tipo persecutorio» que sufría le hizo creer que había una especie de «complot» contra él para acabar con su vida. «Pensaba que querían atentar contra él y el trastorno le anuló sus facultades y su voluntad, y por eso lamentablemente actuó así», ha cerrado el letrado.