Diari Més
Cecília Bofarull

Autora de 'Me quiero vivir' (Editorial Acantilado)

Entrevista

«Me dicen que soy fuerte, positiva y valiente, pero es que no tengo plan B»

La diseñadora gráfica tarraconense ha publicado un dietario en que habla de sus vivencias en la lucha contra el cáncer

Cecília Bofarull con su libro, que combina texto y acuarela.

«Me dicen que soy fuerte, positiva y valiente, pero es que no tengo plan B»Cedida

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—El origen de este libro es la mancha que vemos en la cubierta. ¿Por qué la pintó y qué vino después?

—la pinté una noche en casa, con las acuarelas de mi hijo. Dibujé una mancha rosa y le añadí una gota de tinta xina negra, y esta forma me recordó el cáncer que estaba sufriendo, y también un aborto que había tenido. Me hizo pensar que el cuerpo hace cosas muy feas y horribles, pero también hace cosas maravillosas. Todo eso lo expresé a través de las redes sociales y, a partir de entonces, a las noches, hacía una mancha o un texto, y lo iba publicando en las redes. Al cabo de un tiempo, hablando con Sandra Ollo, de la editorial Acantilado, me animó a intentar hacer una maqueta para ver cómo quedaría un libro. La hice yo misma, nos pareció una buena idea y dijimos lo publiquen. Lo que me hizo más ilusión de todo, sin embargo, fue que los diez euros que vale el libro se van a la Fundación FERO, dedicada a la investigación oncológica, y creada por el doctor Baselga, que ha escrito el prólogo del libro.

—Aquella mancha se convirtió en un libro que ha llamado mucho la atención. ¿Pensaba que tendría este recorrido?

Cierto, ya vamos por la segunda edición. Creo que ha gustado porque es un diario de emociones, un viaje en que puedes reír y llorar. Además, es un libro muy ligero, sin ninguna pretensión, sobre una chica a quien le ha pasado todo eso y que lo explica de manera transparente, desde los minutos en la sala de espera hasta cuando le dan una mala noticia. Además, hace trabajar la imaginación, porque el texto que a mí me inspira una mancha, quizás a otras personas los inspira otra cosa. Por otra parte, habla de un tema que muchas personas sufren, y pienso el hecho de que sea solidario también es un plus. Ha sido una apuesta de mucha gente, desde la red de distribuidores, que tienen un margen muy pequeño, y muchos han renunciado, a la misma editorial Acantilado y también de los diarios y las radios, con la resonancia que habéis hecho.

—A quien está llegando, este libro?

—Además de la gente de mi alrededor, también me llega que se lo han leído personas que están sufriendo o han sufrido cáncer, que hay personas que lo regalan, empresas que han decidido comprarlo como regalo de Navidad... hay un poco de todo. Al principio me daba miedo que a la gente de las redes, que me seguían y ya conocían mis textos, no los interesara, pero no ha sido así. Cuando lees un puesto en el metro o en el autobús, es muy diferente de tenerlo todo recogido en un libro donde hay silencios: ahora hay mucho texto, ahora hay muy poco, ahora te miras la mancha... Si estás en casa, en el sofá o en la cama, puedes tener este punto de encontrar lo que digo y lo que siento. También por la forma que se ha imprimido, el tacto que tiene, es como un pequeño tesoro. Para la misma editorial Acantilado es una rareza, porque no es el típico libro de colección de la editorial. Le hemos querido dar este tono, como de pequeño regalo, que puedes dar no sólo a quien esté pasando la enfermedad, también simplemente a alguien que esté pasando un mal momento, porque piensas que se puede animar. Muchas personas lo han recibido como un libro muy positivo, y de hecho yo tampoco quiero dar pena. He reído, he llorado, me he emocionado, lo que quiero transmitir no es sólo dolor, sino que el cáncer es una enfermedad dura, pero también tiene momentos bonitos.

—Con qué voluntad decidió publicar estos pensamientos?

—La verdad es que surgió así, y no lo pensé demasiado. Lo que me ha hecho más ilusión es que el dinero de la venta fuera a FERO. ¡Imagínate que llegamos a conseguir quince mil o veinte mil euros! Con eso se podrían hacer muchas cosas, y yo no podría dar este dinero directamente. Por eso, que haya gustado, que la editorial haya apostado y que tanta gente se haya volcado, ya ha sido un regalo. Falta mucho para que la investigación oncológica encuentre soluciones, se tiene que seguir investigando y, si yo misma he podido participar de ensayos clínicos y tratarme por la sanidad pública, qué menos que hacer este regalo.

—La gente que acompañamos los enfermos, a menudo los pronunciamos el discurso del coraje y la fortaleza, pero Usted nos recuerda que tienen todo el derecho de enfadarse.

—Muchas veces me dicen que soy una persona fuerte, positiva y valiente, pero es que no tengo un plan B. Yo no me veo así, pero hago el que puedo. He tenido momentos de depresión, he llorado, y lo he pasado mal. Pero siempre he pensado que la actitud es importante. Después, también tienes que estar rodeado de gente que te ayude, oír que no luchas solo. Y confiar en el oncólogo. Yo, además, tengo la suerte de que tengo un hijo, y no quiero que recuerde una infanciatriste, así que intento que pueda hacer el máximo de cosas, como cualquiera a otro niño. Por otra parte, tenemos que pensar que también lo pasan mal a la familia, los acompañantes, los médicos, los enfermeros, incluso los administrativos que te dan hora. En esta enfermedad los enfermos son los protagonistas, pero los que nos rodean también sufren.

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